Monte Águila quiere recuperar su historia ferroviaria

Arrumbado en una bodega de la estación de la localidad de Monte Águila (comuna de Cabrero), víctima del deterioro causado por la humedad, el calor, el viento pero, principalmente, por la desidia de quienes la debieran tener a su cuidado, se encuentra una verdadera joya de la historia ferroviaria del país.

Se trata del coche ES-17, que data del año 1916, el cual fue usado especialmente como dormitorio con capacidad para 40 personas. Tiene la particularidad de que sobre la estructura de acero se montó un armazón de madera, todo lo cual suma más de 26 toneladas de peso.

El rótulo de joya ferroviaria no es antojadizo. Es que desde el 20 de julio de 1998 que el coche ES-17 fue declarado monumento histórico nacional, como parte de un conjunto de piezas del pasado glorioso de la actividad ferroviaria en el país que se encuentran dispersas a lo largo del país.

Dentro de ese mismo conjunto se encuentran las dos locomotoras y el pescante que están situados en el recinto ferroviario

Sin embargo, el coche dormitorio se encuentra guardado hace años en la estación de Monte Águila, localidad de la comuna de Cabrero, a merced de los daños causados por el tiempo y la despreocupación. Ni siquiera los residentes en la localidad saben de su existencia. Tampoco pueden conocerlo o visitarlo.

EL PROYECTO COLOSAL

El dato no es menor, tomando en cuenta que la localidad surgió a fines del siglo XIX al alero del ferrocarril. La estación fue parte de un proyecto colosal que buscaba unir los Océanos Atlántico y Pacífico, a través del paso Pichachén (al interior de la comuna de Antuco).

Se trató del Trasandino del Sur, que uniría Talcahuano con Bahía Blanca, que se inició hacia 1887 cuando el Congreso aprobó una ley que entregaba la autorización a una empresa privada para construir esta red (Francisco Bustamante y Compañía).

Sin embargo, el proyecto tuvo un plazo muy breve, de cinco años, y no fructificó. En la estación de Yumbel quedaron abandonados rieles y durmientes.

Pese a ese revés, por el lado argentino se avanzaba a paso firme para remontar hacia la cordillera con una línea férrea que llegó a Neuquén en 1901 y a Zapala en 1913, a solo cien kilómetros de la frontera.

En nuestro país, Congreso Nacional volvió a la carga y aprobó una Ley para concesionar el referido proyecto al empresario uruguayo Justino José Beláustegui, cuyos planos fueron aprobados en 1904

Al año siguiente, en noviembre 1905, se inauguración primeros 35 kilómetros hasta Cholguán, ampliándose hasta la localidad de Polcura, con una extensión total de 70 kilómetros.

Sin embargo, la concesionaria entró en problemas de solvencia y no pudo continuar con la parte siguiente, que era construir el puente sobre el río Laja para llegar a Antuco y seguir hacia el paso Pichachén.

En 1919, el síndico declaró la quiebra de la empresa del uruguayo, la que fue ratificada años más tarde.

De esa manera, se puso fin al sueño de unir a ambos países a través del ferrocarril.

LA AMARILLA

Aunque no está en Monte Águila, sus habitantes aún tienen en la retina a aquella locomotora diésel que realizaba el trayecto entre la localidad y Polcura.

Se trata La Amarilla, una máquina de la serie DT-4001 que fue la primera en su tipo en ser operada por la Empresa de Ferrocarriles del Estado. Funcionó en distintas zonas del país pero se hizo popular en el ramal Monte Águila  Polcura transportando primero pasajeros y, más tarde, cargas de madera.

Terminó su actividad en el Ramal de Talca- Constitución y ahora permanece abandonada en la estación de la capital de la Región del Maule.

También, mediante decreto 2364 del 10 de julio de 2008 del Ministerio de Educación, la locomotora fue declarada monumento nacional por sus valores tangibles, que conforman la identidad nacional, generando las condiciones para su preservación y le otorga la posibilidad de ser exhibida, promoviendo un espacio de relevancia para el acervo cultural del país.

Sin embargo, hay reportes que dicho patrimonio está oxidándose en ese patio, sometida al mayor de los abandonos.

Los monteaguilinos han indicado que quieren a La Amarilla de vuelta para que sea restaurada y engalane los espacios públicos de la localidad.