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La Tribuna

Del laboratorio al plato: biotecnología busca impulsar alimentos funcionales y más accesibles

por Jorge Guzmán Buchón

Aumentos de rendimiento de un 22% y mejoras nutricionales enfocadas en el consumidor son la promesa cumplida y futura de la ingeniería genética, afirma Miguel Sánchez, director de ChileBIO. La tecnología ha demostrado su capacidad de asegurar rendimientos, optimizar la calidad nutricional y hacer que los alimentos sean más accesibles económicamente.

La biotecnología ha logrado aumentar los rendimientos de producción en un 22% y los ingresos agrícolas en un 68%, en promedio. / Portal Agro Chile

La biotecnología moderna, que incluye tanto la transgénesis como las nuevas técnicas de edición genética, busca posicionarse como una herramienta fundamental para abordar algunos de los desafíos alimentarios más apremiantes del siglo XXI: la malnutrición y la seguridad alimentaria.

Según Miguel Sánchez, director ejecutivo de ChileBIO, la aplicación de estas herramientas permite mejorar sustancialmente las características de las plantas y de los alimentos que estas producen, lo que facilita el acceso a nutrientes específicos por parte de sectores de la población que históricamente no han podido obtenerlos.

Aunque el director de ChileBIO desconoce las políticas específicas que el Ministerio de Salud esté implementando actualmente sobre nutrición, presume que estas deben incluir programas de suplementación, vitaminas o aportes nutricionales. La capacidad de la tecnología para transformar la composición de los cultivos ofrece una vía directa para mejorar la dieta.

CASOS DE APLICACIÓN EN CHILE Y EL MUNDO

En Chile se han desarrollado iniciativas no comerciales centradas en la mejora nutricional de manzanas, por medio de la utilización tanto de tecnología transgénica como de edición genética. Al consumir esta fruta, el precursor de vitamina A incorporado se transforma en el hígado humano y contribuye a la prevención de enfermedades relacionadas con problemas de visión o ceguera. No obstante, este desarrollo biotecnológico avanzado aún no se encuentra en fase de comercialización.

A nivel global, un caso notable es el del tomate enriquecido en antocianinas, que comenzó su comercialización en Estados Unidos el año pasado. Estas corresponden a poderosos antioxidantes y a las mismas moléculas que le confieren el color morado al arándano, que son producidas en altas cantidades por el tomate transgénico, lo que le otorga un color morado muy llamativo.

RENDIMIENTO Y BENEFICIOS ECONÓMICOS

Desde el inicio de la comercialización de los transgénicos, hace casi 30 años, uno de los objetivos fundacionales ha sido la búsqueda de mayores rendimientos y el aumento de los ingresos para los agricultores. Sánchez confirma que estas promesas se han cumplido.

Los cultivos que ofrecen resistencia a insectos plaga o tolerancia a herbicidas —lo que permite un control más eficiente de las malezas— han logrado aumentar los rendimientos, en promedio, en un 22%. Paralelamente, en los países que han adoptado esta tecnología, los ingresos para los agricultores han mostrado un crecimiento aún más notable, con un aumento promedio del 68%.

INNOVACIÓN Y FOCO EN EL CONSUMIDOR

A diferencia de los transgénicos, las tecnologías de edición genética son relativamente nuevas, desde aproximadamente una década.

Los primeros productos comerciales desarrollados mediante edición genética están comenzando a aparecer, con lanzamientos previstos para 2025. A diferencia de los transgénicos iniciales, que se enfocaron en productividad, estos nuevos productos muestran mejoras centradas en la calidad o la nutrición.

Si bien aún no existen lanzamientos masivos enfocados en el rendimiento para agricultores, se espera que esto ocurra en el corto plazo.

Seguridad alimentaria: tres pilares

La biotecnología se utiliza para fortalecer la seguridad alimentaria. Este concepto, fundamental para la sostenibilidad global, incluye tres elementos esenciales:

1. Suficiencia: que exista una cantidad adecuada de alimentos para toda la población. Para cumplir con esto se requieren buenos rendimientos de producción.

2. Calidad: los alimentos no solo deben tener la calidad que demandan los consumidores, sino que también deben ser seguros desde el punto de vista de la salud.

3. Accesibilidad: tiene dos dimensiones: el acceso físico —que el alimento esté disponible— y el acceso económico —que la población pueda costearlo—. Sánchez subraya que no sirve desarrollar una variedad biotecnológica si el costo del kilo resulta prohibitivo.

La biotecnología contribuye al cumplimiento de todos estos componentes: obtiene mayores rendimientos, mejora la calidad nutricional y, al aumentar la eficiencia y disponibilidad, reduce costos.

Aceptación del consumidor

Históricamente, los productos transgénicos han enfrentado rechazo por parte de la población, principalmente debido a la desinformación. La tendencia actual con la edición genética se ha centrado en generar avances claramente aceptados, al enfocarse en mostrar beneficios directos a los consumidores.

Se han impulsado numerosas iniciativas de mejora de la calidad pensadas específicamente en el consumidor, y estos son los productos que se están lanzando inicialmente. Entre los ejemplos se incluyen:

  • Tomate editado (Japón): diseñado para prevenir enfermedades relacionadas con la hipertensión arterial.

  • Soya enriquecida (Estados Unidos): con mayor aporte de ácidos grasos omega 9, componente que ayuda a prevenir enfermedades cerebrocardiovasculares.

  • Mostazas editadas: modificadas para mejorar su sabor.

Lechugas de oxidación lenta: disminuyen significativamente el desperdicio de alimentos y extienden la vida útil del producto.

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