La provincia de Biobío enfrenta un escenario de escasez hídrica que se agrava año tras año, con un déficit que se proyecta superior al 20% en la acumulación de agua hasta la fecha. A esta preocupante cifra se suma un faltante incluso mayor de nieve acumulada en el tramo cordillerano.
Pese a estos déficits acumulados, el presidente de la Sociedad Agrícola de Biobío (Socabio), José Miguel Stegmeier, entregó una nota de optimismo a corto plazo, al asegurar que al menos durante esta temporada, que pronto comienza, el riego para los agricultores debiese ser cubierto sin mayores dificultades.
No obstante, el líder gremial recalcó que "la evidencia del cambio climático exige soluciones estructurales e inversiones urgentes para evitar futuras crisis".
PANORAMA HÍDRICO Y SEGURIDAD DE LA TEMPORADA
El análisis realizado por Stegmeier sobre la situación hídrica actual revela la severidad del desafío.
"El déficit de agua acumulado hasta el presente año es significativo, y se estima que superará el 20%. Además, si se considera la nieve acumulada en la cordillera que pertenece a esta zona, el déficit resultante es incluso un poco mayor", advirtió.
El presidente de Socabio explicó que la atención se centra también en los cultivos de secano, es decir, aquellos que prosperan exclusivamente con el aporte de las precipitaciones naturales y que no cuentan con sistemas de riego implementados.
Estos cultivos son principalmente el trigo, raps —o canola—, avena y otros cultivos de menor cuantía.
"El éxito de estos dependerá directamente de la persistencia de las lluvias de primavera, un fenómeno que ha estado aconteciendo en la región", adelantó.
GESTIÓN DE RECURSOS HÍDRICOS Y EL ROL DEL SISTEMA LAJA
La superficie regada en la provincia de Biobío se sustenta principalmente en sistemas de canales que se nutren de cuatro o cinco ríos fundamentales.
Uno de los sistemas más cruciales es el Sistema Laja, cuya estabilidad es fundamental debido a que el lago del mismo nombre es su principal tributario.
Respecto del Sistema Laja, el presidente de Socabio destacó que el correcto manejo que se ha efectuado del lago ha sido una pieza clave en la gestión del recurso.
Este manejo es resultado de un acuerdo establecido hace varios años, el cual representa una garantía esencial no solo para los agricultores de la provincia que dependen de sus aguas, sino también para el sector del turismo y para el ecosistema en general que rodea la cuenca.
EL DESAFÍO DEL CAMBIO CLIMÁTICO
Las proyecciones a largo plazo son menos alentadoras. José Miguel Stegmeier reconoció que "es difícil esperar una normalización en el régimen de precipitaciones en los próximos años, ya que la evidencia del cambio climático es innegable".
Ante esta realidad, continuó, "el sector agrícola debe enfocarse en soluciones estructurales que permitan adaptarse y mitigar los efectos de la escasez persistente".
Dentro del abanico de soluciones, la construcción de embalses es la prioridad más alta.
En este contexto, Stegmeier puso de manifiesto que "las esperanzas del sector están concentradas en la pronta concreción del proyecto Embalse Duqueco".
La necesidad de priorizar esta obra radica en la vulnerabilidad específica de la cuenca que alimenta dicho proyecto.
"El río Duqueco riega una superficie considerable de la provincia. No obstante, es precisamente este río el que es probablemente más susceptible de ser severamente afectado por la disminución de las precipitaciones que trae consigo el cambio climático", alertó.
Por esta razón, "la inversión, tanto en el ámbito público como en el privado, que esté dirigida a concretar estas soluciones se vuelve cada vez más urgente y necesaria para garantizar la sostenibilidad hídrica de la provincia de Biobío", finalizó el presidente de la Sociedad Agrícola de Biobío.
Para evitar la pérdida de productividad y garantizar la disponibilidad hídrica, el presidente de Socabio indicó una serie de medidas consideradas imprescindibles y urgentes para el futuro de la agricultura en la provincia.
· Tecnificación del riego predial: es crucial continuar con el proceso de modernización y tecnificación del riego a nivel de cada predio agrícola, buscando la máxima eficiencia en el uso del agua.
· Mejora de sistemas de canales: se requiere optimizar los sistemas de canales de distribución existentes para minimizar pérdidas y asegurar la llegada del recurso.
· Infiltración de napas: es necesario implementar estrategias para infiltrar las napas subterráneas, ayudando así a recargar los acuíferos.
· Construcción de embalses: esta es considerada la solución más importante de todas, ya que permite almacenar grandes volúmenes de agua durante periodos de exceso para su uso en épocas de sequía o déficit.
FRASE DESTACADA