Agroforestal

Cocina con identidad: mujeres del Biobío rescatan sabores ancestrales en taller de gastronomía rural

Agricultoras del Biobío compartieron y aprendieron técnicas culinarias tradicionales en un taller que buscó rescatar recetas ancestrales, promover el uso de ingredientes locales y fortalecer el rol de la mujer rural en la cultura agroalimentaria de la región.

Taller de cocina, cedida
Taller de cocina / FUENTE: cedida

En el marco de la Mesa Regional de la Mujer Rural e Indígena, iniciativa liderada por el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), un grupo de agricultoras se dio cita en las instalaciones del DuocUC de Concepción, para compartir una experiencia única junto a docentes y estudiantes de la carrera de Gastronomía.

¿El objetivo? Revalorizar los saberes culinarios que han sido transmitidos de generación en generación en las comunidades campesinas e indígenas de la región.

El protagonista del día fue un plato simple en apariencia, pero profundamente arraigado en la tradición campesina: el charquicán de cochayuyo y hongos. Una receta que, además de ofrecer un festín de sabores, habla de sostenibilidad, de memoria familiar y del vínculo profundo con la tierra.

Saberes que se cruzan: cuando la cocina une mundos

Durante la jornada, las mujeres no solo cocinaron. También dialogaron, compartieron experiencias, intercambiaron técnicas y se emocionaron al ver cómo sus formas de preparar los alimentos eran puestas en valor por una institución académica.

Lucía Millanao, delegada de la Mesa de la Mujer Rural e Indígena, expresó con entusiasmo que esta experiencia fue reveladora. "Yo pensaba que conocía bien este plato, pero aquí lo preparan de otra forma. Nosotras solemos poner todo junto en la olla, como hacían nuestras madres, pero aquí cada ingrediente tiene su momento, su espacio... fue muy enriquecedor ver esa diferencia", comentó con emoción.

El taller permitió evidenciar cómo la gastronomía puede ser un puente entre lo tradicional y lo académico. Una instancia donde los estudiantes aprenden tanto como enseñan, y donde el conocimiento no se impone, sino que se intercambia.

Jonathan Pastorini, docente del DuocUC, valoró profundamente este intercambio. "Nosotros somos profesionales del área, pero lo que ellas nos enseñan no está en los libros. Son las mujeres rurales las que han sostenido la cocina chilena con sus manos, sus recetas, su historia. Es un honor aprender de ellas", afirmó.

La actividad no fue un hecho aislado, sino parte de una política activa de INDAP para reconocer y fortalecer el rol de la mujer rural en el desarrollo agrícola y cultural del país. En 2024, el 55,3% de los usuarios apoyados por la institución en la región del Biobío fueron mujeres. Eso equivale a más de 6.700 agricultoras, muchas de ellas participantes del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) y del Programa de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI).

Desde el Ministerio de Agricultura también destacaron esta iniciativa como una herramienta concreta de empoderamiento. La seremi Pamela Gatti señaló que estos espacios permiten no solo fortalecer habilidades técnicas, sino también reconocer y visibilizar el valor del trabajo que realizan las mujeres en el campo.




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