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El acceso al financiamiento agrícola se perfila como uno de los principales desafíos para la actual temporada frutícola. Así lo anticipó el productor negretino, Héctor Sepúlveda Melita, quien advirtió que la cadena de crédito enfrenta restricciones por el bajo retorno de las exportaciones de cerezas durante el periodo anterior y el endurecimiento de condiciones por parte de bancos y distribuidoras.
De acuerdo con Sepúlveda, el panorama financiero se ha estrechado para muchos agricultores. "El financiamiento se va a ver afectado. Los productores tienen diferentes fuentes, como anticipos de exportadoras y créditos bancarios, pero toda la cadena seguramente estará muy apretada", afirmó.
Este escenario responde, según explicó, a los estrechos márgenes obtenidos en la última temporada de cerezas, que dejaron a muchas empresas con flujos de caja limitados. "Seguramente lo definirán dependiendo de cada productor", apuntó.
Respecto del financiamiento bancario, el fruticultor aclaró que este dependerá de la situación financiera particular de cada empresa. "Si una empresa agrícola tiene una situación estable y no tiene problemas de pago, creo que la seguirán apoyando", sostuvo. En su caso personal, aseguró no haber enfrentado restricciones, pero reiteró que "dependerá de cada empresa".
En paralelo, advirtió que las distribuidoras de insumos también han comenzado a restringir sus líneas de capital de trabajo. "Esas líneas funcionan igual que un banco: deben ser aseguradas por las aseguradoras de crédito, que están bien apretadas", explicó. Como consecuencia, los productores enfrentan más dificultades para acceder a los recursos necesarios para operar.
"El financiamiento va a ser un tema importante este año", insistió, anticipando que la situación impactará transversalmente en el sector agrícola, desde grandes compañías hasta medianos y pequeños productores.
El impacto de esta restricción crediticia no solo afecta la operación diaria, sino también las proyecciones de crecimiento e inversión. Sepúlveda advirtió que aquellos productores que han asumido compromisos recientes —como compras de campos o plantaciones nuevas— podrían ver comprometido su equilibrio financiero.
"Quien ha podido cumplir con sus obligaciones va a ser apoyado por los bancos. Los bancos viven de que las empresas sobrevivan, no de ahogarlas. Lo mismo con las distribuidoras", señaló. Aun así, recalcó que "los crecimientos y nuevas inversiones se ven afectadas por los flujos de caja".
El fruticultor también alertó sobre una significativa disminución en los anticipos que tradicionalmente entregaban las exportadoras. "El financiamiento de las exportadoras va a disminuir muchísimo".
A juicio del productor, esta selectividad responde a que muchas empresas del rubro quedaron golpeadas tras los resultados de la última temporada. Aun así, señaló que tanto bancos como distribuidoras seguirán operando, aunque bajo parámetros más estrictos.
Frente a este escenario, la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) ha impulsado iniciativas para mejorar el acceso a financiamiento, especialmente en rubros como el cerealero. Estas incluyen gestiones ante la banca privada, programas gubernamentales y articulación con fondos de inversión.
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