Proyecto diagnosticó a 155 microempresarios y emprendedores de la Agricultura Familiar Campesina de la provincia del Biobío

El proyecto Transferencia para la Inserción digital de la Agricultura Familiar Campesina (AFC) y microempresarios agrícolas de la provincia del Biobío, desarrolló de manera exitosa nueve talleres presenciales que beneficiaron a 155 pymes del agro. El objetivo era reconocer las brechas, pero también mejorar las capacidades tecnológicas, sus canales de comercialización y la importancia de la digitalización en los procesos productivos de la AFC.

Talleres proyecto para la Agricultura Familiar Campesina de Biobío. / Estrategia Maestra

Cuando hablamos de la industria alimentaria pensamos en grandes cadenas que se dedican a abastecer a la población, pero la realidad es completamente distinta. Detrás de la tercera actividad económica más importante del país se encuentran familias, que de manera particular se dedican a producir cultivos y ganado. De hecho, la Agricultura Familiar Campesina en Chile (AFC) representa un importante segmento social y económico, abarcando el 90% del total de unidades productivas del país.

Si bien la AFC tiene un rol sustantivo, existen diversas brechas que provocan que la actividad no coincida con el aporte que genera al total de la producción agrícola nacional. Es en esta línea que el proyecto, "Transferencia para la Inserción digital de la Agricultura Familiar Campesina (AFC) y microempresarios agrícolas de la provincia del Biobío", financiado por el Gobierno Regional del Biobío y ejecutado por la Universidad Católica de la Santísima Concepción, ha diagnosticado a 155 microempresarios y emprendedores de la AFC de la provincia del Biobío, sobre la digitalización.

El coordinador del proyecto, Carlos Vallejos, indicó que "se realizarán capacitaciones que parten desde el uso básico de un computador, tablet o smartphone, hasta algunos ya más complejos sobre ventas vía web o mediante el uso de redes sociales, que es algo muy común hoy en día, pero que en el sector de la pequeña agricultura familiar campesina no se ha masificado como en otros rubros".

Si bien, todas las herramientas son útiles para mejorar la calidad de la AFC, cada beneficiario escogió la tecnología que mejor se adapta a las necesidades de su rubro. "En relación a la definición de los temas para las capacitaciones, se realizó una propuesta general de los temas que les podían interesar a los beneficiarios y en base a eso se fueron construyendo los subtemas para cada una de las capacitaciones", señaló el coordinador del proyecto.

Por ejemplo, sólo 16 agricultores prefirieron aprender sobre el uso básico del computador, 20 prefieren usar planillas de cálculo, nueve optaron por el uso de OneSoil y 8 por los celulares inteligentes. En cuanto a la comercialización, 77 beneficiarios prefieren utilizar plataformas como Facebook, Instagram y Whatsapp. En tanto, respecto a la telemetría y el control automático, existe una gran preocupación por el control de riego, conocer el estado de las colmenas y la temperatura de los suelos, esto último permite el uso adecuado de los recursos hídricos, dado el actual escenario de variabilidad climática e incertidumbre frente a la real disponibilidad de agua para uso en el riego.

Pero no sólo habrán capacitaciones, el proyecto también está trabajando en la aplicación de pilotos demostrativos que van desde la medición de variables en espacios cerrados, como es el caso de invernaderos o salas de procesos, hasta la implementación de estaciones meteorológicas que les permita la correcta toma de decisiones. "Toda la información de estos pilotos será monitoreable desde una página web donde los beneficiarios podrán acceder desde su teléfono celular y ver en vivo la información recopilada" , finalizó Carlos Vallejos.