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El presidente de la Corporación Chilena de la Madera (Corma), Juan José Ugarte, criticó el retraso en la plantación de bosques a nivel nacional para lograr mayor captación de CO2, asegurando que los incendios forestales del 2017 y del 2023 han imposibilitado que las pymes aporten en esta tarea. Por lo mismo, cuestionó la capacidad del país para avanzar en un plan de reforestación que permita conseguir dichos objetivos.
"Desde el mundo de la madera vemos con preocupación lo que está pasando con la disminución de los bosques en nuestro país. A partir del 2012 que en Chile se dejaron de plantar bosques", aseguró Ugarte.
El representante gremial sostuvo que "La tarea de reforestar las hectáreas afectadas por los mega incendios del 2017 y 2023, ha sido imposible de asumir para los pymes, dejando como resultado más de 150 mil hectáreas erosionadas y sin cobertura vegetal", lo que, a su juicio, estaría afectando el combate a nivel nacional en contra del calentamiento global.
El timonel de Corma alertó que "como consecuencia, no estamos cumpliendo las metas comprometidas en la estrategia nacional para enfrentar el Cambio Climático".
Las medidas, según explicó Ugarte, constan de "plantar 60 mil hectáreas de nuevo bosque, manejar otras 60 mil hectáreas de bosque nativo para aumentar su capacidad de captura, contar con un plan de manejo a escala de paisaje de 1 millón de hectáreas y disminuir un 25% los daños por incendios".
El titular de Corma expresó que, en cambio, en el país "vamos en la dirección contraria", lo que redunda en que "el balance de la emisión de Gases de Efecto invernadero de Chile señala que cada año estamos arrojando a la atmósfera cerca de 56 millones de toneladas de CO2".
Juan José Ugarte dijo que las cifras de producción del gas dañino se explican producto del uso de combustibles que después se usarse, se dispersan en la atmósfera, contra lo cual, de acuerdo a sus palabras, la producción de bosques sería una valiosa herramienta.
El vocero de los grandes productores forestales consideró que en la situación planteada por él, no logra ser contrarrestada por "las masas forestales, que se han visto diezmadas por los incendios y la deforestación".
A su juicio, el avance en la regulación de la contaminación atmosférica es responsabilidad del desarrollo forestal y su capacidad de crecimiento en cantidad de hectáreas.
En su llamado al impulso de la reforestación, Ugarte planteó que la solución a los problemas, a partir de la experiencia internacional, estaría en la silvicultura: "la tarea de reducir esta brecha entre emisiones y captura la realizan en nuestro país y en el mundo entero, los bosques, reconocidos como el único camino para llegar de manera oportuna y eficaz a la meta".
Ugarte cuestionó la capacidad del país para generar los espacios de diálogo que permitan avanzar en la tarea que dejaron los incendios forestales. La reducción productiva, de la cual otros gremios del área también han responsabilizado a los ataques sufridos por contratistas y empresas forestales, llevó al presidente de Corma a cuestionar la posibilidad de recuperar la misma.
"¿Seremos capaces de organizarnos entre los distintos actores para que, basados en evidencia científica, podamos abordar una política de largo plazo(?)", cuestionó el timonel del conjunto silvícola, en relación a la posibilidad de retomar el crecimiento en la producción de hectáreas de bosques para diversos usos.
El titular de Corma planteó a su vez la interrogante de si existe la voluntad y las condiciones para "(¿)darle impulso a esta urgente agenda del bosque (?)".
En ese marco, observó que el retraso de dicho debate no sería positivo para el país, ni para aquellas zonas donde la actividad forestal es uno de los motores del desarrollo y progreso: "le hace muy mal a Chile no hablar de ello".
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