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El gerente general del Consorcio Papa Chile, Luis Miquel, aseguró que los precios del tubérculo no deberían subir debido a que la zona afectada por los temporales no es donde se produce la mayor cantidad del producto a nivel nacional. Además, observó que aún hay una gran cantidad de papas disponibles en el mercado, por lo que no debiera haber sobreprecios.
En conversación con diario La Tribuna, el directivo sostuvo que "el precio de la papa ha alcanzado un techo. El consumidor no va a estar dispuesto a pagar más y la va a empezar a reemplazar por otros productos".
En ese marco, sostuvo que aún es muy temprano para evaluar el impacto de los temporales pero hizo notar que el 80% de la papa en Chile se produce en zonas que no han sido afectadas por las contingencias climáticas. "El 80% de la papa en el país se produce en las regiones IX, XIV y X. Claramente puede haber algo circunstancial en el precio de la papa más temprana, pero los temporales no han afectado a la zona papera".
En relación a Biobío, el gerente general del Consorcio Papa Chile consideró que no deberían haber grandes aumentos de precio: "los productores venden de acuerdo a la demanda. Hay que tener en cuenta que en la papa uno no pone el precio que quiere, sino que se sigue lo que la gente está dispuesta a pagar".
Hizo ver que "hay años en los que el productor pierde dinero, porque los mayoristas ofrecen menos por el producto. Cuando se presume que va a haber una disminución del producto, los mayoristas pagan más". Por lo mismo, recalcó que "pensar que el productor está especulando con la papa es muy antojadizo. El productor vende al precio que le pagan, porque su capacidad de guarda es muy limitada".
"Los comercializadores tratan de mantener márgenes muy altos, pero también le pagan más al productor. Hoy estamos terminando la temporada 2021-2022, la que se está vendiendo es la papa de la temporada 2022-2023", explicó.
Luis Miquel reconoció que, "queda una gran cantidad de papa en el mercado, y quienes tienen la posibilidad de negociar son los distribuidores, los que, en definitiva marcan, el precio son los mayoristas".
El directivo también hizo notar que "hasta hace un par de semanas la papa se vendía en 14 mil pesos la malla y hace una semana en 20.000. El productor no ha puesto un sobreprecio".
En relación a la importancia de la afectación en el producto debido a los temporales e inundaciones, el dirigente reconoció que "no hay una cifra exacta de lo plantado, ni de lo afectado, pero estimo que debe haber una influencia en lo que será la cosecha más temprana".
Por lo mismo, planteó que debieran haber medidas para apoyar la recuperación del tubérculo: "cada vez más para plantar papas se necesita de mayor asesoría, tanto en superficie como en su forma de administración y prácticas. Los pequeños agricultores, debido a que tienen menos organización, infraestructura y tecnología, requerirán de más asesoría".
También puso en evidencia que "los costos de plantar una hectárea de papa son infinitamente mayores a los que había tres años atrás, debido al alza en los fertilizantes, del costo del dinero, del combustible y de la mano de obra".
"Muy poca gente toma en cuenta el riesgo potencial que tiene el cultivo por situaciones, como las lluvias, las heladas, los granizos y los golpes de calor. Esto afecta muy gravemente a la papa, porque toma su energía de su estructura vegetativa y cualquier cosa que dañe a la planta, inmediatamente produce una merma o anula el rendimiento", explicó Miquel.
En esa misma línea, el gerente general del Consorcio Papa Chile llamó a "ser muy profesional y tener claro que hay riesgos importantes, que con estos cambios climáticos se acentúan y deben estar valorizados al momento de plantar".
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