Sector apícola en crisis por desaparición de abejas en la zona

Se dice que si las abejas desaparecieran, al mundo le quedarían pocos años de vida. A quienes, además, se les atribuye la responsabilidad de mantener el equilibrio de gran parte de la biodiversidad.

Pero en el último tiempo se han vuelto un foco de latente preocupación, debido a un evidente aumento en la desaparición de las familias de estos insectos.

La responsabilidad de esta mortandad, se le atribuye a la varroa, que es una variedad de un ácaro que produce la enfermedad denominada varroasis. Esta afecta a las especies de abejas Apis mellifera y Apis cerana reproduciéndose sobre sus estadios larvales y pupales.

Junto con lo anterior, las colmenas de los productores se ven afectadas por el ataque permanente de la avispa chaqueta amarilla, la que en definitiva termina de matar a las abejas.

Frente a este escenario, y la relevancia que tiene el rubro apícola en esta zona, el presidente de la Asociación de Apicultores de Los Ángeles, Julio Beltrán, explicó la situación actual en la que se encuentran los productores locales.

“Nosotros tenemos mucha dificultad por el tema de la varroa y el problema de las chaquetas amarillas, por esto -estos días- he estado conversando con algunos apicultores y todos han coincidido en  que hay una disminución lamentable de la muerte de muchas familias de abejas, consecuencia del debilitamiento por el ataque de la enfermedad y el ‘golpe de gracia’ que se lo dan las chaquetas amarillas donde las pillan débiles las atacan y las matan”, sostuvo Julio Beltrán.

Agregó que esta situación los tiene muy alarmados, porque se ven sin el apoyo de la autoridad, sin existir ninguna preocupación por estos dos grandes problemas por parte de ellos.

“Las autoridades están informadas del problema. Lo que ahora resta es que ellos tienen que tomar una iniciativa para tratar de contrarrestar el problema, porque hace muchos años que nosotros venimos pidiéndole a las autoridades ayuda, hemos estado –incluso- hasta en el Congreso, pidiéndoles una reacción con respecto a este tema y seguimos igual”, destacó Beltrán.

 

LA PELEA NATURAL ENTRE ABEJAS Y AVISPAS

En relación específica del ataque de las avispas, Julio Beltrán expuso que ese problema viene de años, así como también durante ese tiempo ellos han protestado por este inconveniente, “el Estado lo califica como un problema no más, pero no lo califica como plaga, y lo es. Entonces si hubiera el interés de su -que es la obligación de ellos tomar medidas para atacar esta plaga- obviamente que nosotros nos veríamos favorecidos por mantenernos en el tiempo”.

Agregó que en este escenario –lamentablemente- los más afectados son los pequeños productores apícolas, que son quienes no tienen las opciones de poder buscar muchas soluciones.

La avispa busca todos los días su alimento y en este momento ya como no hay frutas, ni nada que puedan ellas recoger se van a los cajones y empiezan sistemáticamente -en la mañana temprano- a matar las abejas y llevárselas. Y con eso empiezan a disminuir la familia de abejas que ya cuando tienen pocos habitantes el cajón, y ahí se presentan otros problemas que las matan, como el frío. Pero –principalmente- el daño lo generan las chaquetas amarillas, subrayó el productor apícola.

SOLUCIONES URGENTES

El presidente de la Asociación de Apicultores de Los Ángeles, fue enfático en acentuar que considera urgente que se tomen medidas en el tema, explicando que “como son dos problemas graves, cuánto antes los organismos encargados del Estado controlen este problema y mientras antes toman iniciativas a fin de solucionarlo es mejor, porque no es una solución muy inmediata tiene que ser un proceso, entonces –obviamente- lo bueno y lo ideal sería que tomaran luego las decisiones para tratar de contrarrestar estas dificultades”.

Añadió que esta es una medida que debe tomarse a nivel nacional, porque es un problema que se encuentra en –prácticamente-  todo el sector donde hay abejas, especialmente la zona cordillerana.

En base a las dos situaciones que están aumentando la mortalidad de las abejas y la alerta en los productores apícolas, Julio Beltrán sostuvo que “la solución está, en el caso de la varroa, que de una vez por todas el Estado -quien está obligado- tome las medidas para hacer un control ordenado y organizado de este problema, que vaya en alguna medida a frenar y a disminuir de tal manera que los apicultores podamos seguir existiendo”.

Por otra parte, en relación a las avispas “chaquetas amarillas”, sostuvo que, así como el SAG se preocupa cuando llega la mosca de la fruta, cuando llegó la lobesia y otros problemas, que son casi tan graves como las chaquetas amarillas,  “inmediatamente ellos ponen alertas, y los felicito porque lo hacen, sitúan todos sus equipos a trabajar en función de contrarrestar esos problemas, sin embargo, acá no hay ninguna acción que vaya destinada a combatir estos dos grandes problemas que tenemos los apicultores en este minuto.  Ahora la apicultura es tan o más importante que las producciones de frutas, la fiebre aftosa y todas esas cosas,  pero exigimos solamente que se tomen medias para ayudar a contrarrestar estos problemas”, aseguró Beltrán. 

Finalmente, el productor agrícola fue enfático en recalcar  su malestar frente a esta situación sin respuesta, “nosotros los apicultores más que molestos, estamos preocupados, porque no hay ni un interés, ni uno solo para contrarrestar estos problemas, el Ministerio de Agricultura se ha preocupado, pero los organismos competentes que por Ley de la República tienen que actuar no lo han hecho”, concluyó el presidente de la Asociación de Apicultores de Los Ángeles.