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Lo que en un principio parecía un ajuste menor en la parrilla de espectáculos, a solo cuatro días del evento, pronto escaló a una controversia mayor entre el equipo legal del artista, la productora y la Municipalidad de Alto Biobío, quienes emitieron diferentes versiones sobre la unilateral decisión programática.
Tanto así, que ahora el caso se presentará ante la Contraloría General de la República por el incumplimiento de un proceso de licitación realizado con recursos públicos.
El pasado martes, dicha licitación fue anunciada y aprobada de forma unánime por todos los miembros del Concejo Municipal de la comuna cordillerana. Fue adjudicada a la productora Sono, la cual, en pocas horas, cumplió con todos los requisitos de artistas y logística establecidos en la oferta presentada a la corporación edilicia.
Todos los detalles del festival estaban listos para realizarse el sábado 22 de febrero. Sin embargo, al día siguiente de haberse aprobado el proyecto de licitación, una inesperada comunicación de la productora alteró el curso de los hechos: Antonio Ríos no se presentaría debido a problemas de salud. Un argumento que el equipo del artista desmintió categóricamente tras enterarse de esta versión.
El anuncio de la productora vino acompañado de una solución alternativa: el reemplazo de Ríos por el grupo chileno Noche de Brujas, decisión que el municipio aprobó de manera unilateral sin contactar previamente al equipo del artista para aclarar la situación, a pesar de que es el encargado de fiscalizar que las licitaciones se cumplan.
Según trascendió pocas horas después a través del mánager de Ríos en Chile, fue la propia productora Servicios Audiovisuales Sono quien le informó a él y a su equipo sobre la cancelación del show, a pesar de que el cambio ya se había concretado y de que toda la logística para su traslado desde Buenos Aires hasta la localidad cordillerana estaba coordinada.
"A nosotros nos informaron que el show se había cancelado cuando ya teníamos todo listo para viajar, y después no nos contestaron más para aclarar la situación", declaró Manuel López, mánager y encargado de prensa de Antonio Ríos en Chile.
El jueves, el equipo del artista dio un ultimátum a la espera de una respuesta tanto de la productora como de la Municipalidad de Alto Biobío. Alegan que, por ley, los procesos de licitación financiados con recursos públicos deben respetarse al pie de la letra, además del perjuicio económico que significó toda la logística previa a la arbitraria cancelación del show de Ríos.
El artículo 5º de la Ley 19.886 sobre contrataciones públicas establece que "la licitación pública será obligatoria cuando las contrataciones superen las 1.000 unidades tributarias mensuales", lo que obliga a las instituciones involucradas a respetar los contratos adjudicados sin posibilidad de realizar cambios unilaterales.
No obstante, a pesar de la advertencia legal emitida antes de la realización del evento, no hubo respuesta por parte de los interpelados. Al cabo, Noche de Brujas terminó siendo el plato principal del Festival Ülkantun 2025.
Dado que la presentación de Antonio Ríos formaba parte del proceso de licitación pública adjudicado por 63 millones de pesos por la Productora Sono.
Ante la falta de respuestas claras, el equipo del artista decidió llevar el caso a la justicia, interponiendo una demanda ante la Contraloría General de la República contra la Municipalidad de Alto Biobío. Argumentan que la cancelación del show representa un incumplimiento contractual por parte de la administración.
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