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El CEO de la empresa Elon Musk, hace unos diez años aseguró que llevaría vuelos comerciales a la Luna y Marte con su compañía SpaceX. Luego de varios diseños, de intentos fallidos y de muchos millones invertidos, finalmente, llegó el vuelo de prueba pero con resultados negativos.

Es así como el cohete más grande jamás construido por SpaceX, el Starship, sufrió un trágico accidente luego de despegar de las instalaciones de la compañía en Boca Chica, Texas.

La nave espacial, que no tenía personas a bordo, explotó en el aire minutos después del despegue, en lo que se considera un gran revés para la compañía fundada por Elon Musk. El lanzamiento del Starship fue retrasado previamente el 17 de abril debido a una válvula de presión congelada. El segundo intento, que fue lanzado con una ventana de lanzamiento de 62 minutos, tuvo un resultado desastroso.

La nave espacial explotó en el aire, disipando las esperanzas de SpaceX de convertir al Starship en un módulo de aterrizaje para llevar astronautas a la luna.

La compañía ya había invertido mucho en el desarrollo del Starship y había asegurado un contrato de casi 3 mil millones de dólares con la NASA para utilizar la nave espacial en su programa de exploración lunar.

Con una altura de aproximadamente 400 pies, el Starship tiene la capacidad de transportar una carga útil cuatro veces mayor que el cohete más poderoso de SpaceX en operación. El accidente es un gran revés para SpaceX y para la industria espacial en general. La compañía aún no ha revelado la causa del accidente y se espera que realice una investigación exhaustiva.

En tanto, el jefe de la NASA, Bill Nelson, felicitó a SpaceX por el ensayo. "¡Felicitaciones s SpaceX por la primera prueba de vuelo integrada del Starship! Cada gran logro a lo largo de la historia ha exigido cierto nivel de riesgo calculado, porque con un gran riesgo viene una gran recompensa. Miramos hacia adelante a todo lo que aprende SpaceX, a la próxima prueba de vuelo, y más allá", dijo en un tuit.