San Antonio Negro: el santo de las cosas perdidas

En la localidad de Yumbel Estación, a pocos kilómetros de la comuna santuario, entre una serie de frondosos bosques, durante el mes de junio muchos ciudadanos rinden homenaje a un querido santo local, San Antonio Negro.

Según se ha podido conocer, la figura de este santo corresponde a la comunidad franciscana que durante la colonización realizó su paso por estas tierras, sin embargo,  leyendas locales cuenta que fue encontrado mientras el trabajador de una familia cortaba leña en pleno árbol. Por ello mantiene marcas de hacha y hasta manchas rojas de sangre.

Sobre su reconocimiento, esto se debe a que se llama el santo de las cosas perdidas, ya que cada vez que alguien pierde algo, le pide ayuda y a los pocos días aparece lo extraviado como por acto de magia.

Otro de los favores que concede este santo, se remonta al cuidado y sanación de animales, además de curar enfermos, debido a esto mantiene mucho cariño por todas las personas que viven en esta localidad.

Por ello, cada 13 de junio, cientos de personas se dirigen hasta el sector de Yumbel Estación en el sector Chichara a un antiguo campo, donde se encuentra una gruta que mantiene este santo por décadas.

Aquí, la familia guardadora de esta imagen, conserva con mucho resguardo esta imagen, la que es decorada con flores, velas y otros agradecimientos que demuestra la fidelidad de sus adeptos.

Según han señalado, los mismos ciudadanos, esto lo realizan con mucho cariño la señora Aida Romero, quien de acuerdo a un mandato familiar, la hija menor se le delega esta responsabilidad que ha pasado de generación en generación.

UNA TRADICIÓN FAMILIAR

Quien conoce mucho de esta historia que ha trascendido a esta familia, es Javier Concha Romero, él explicó a La Tribuna Finde que es tataranieto de la mujer que encontró este San Antonio.

“Mi tatarabuela, Elvira del Tránsito Cáceres, mantuvo está historia de generación en generación, desde entonces en mi familia se ha mantenido el cuidado a este santo, que fue muy conocido con el tiempo” explicó.

Según relató Javier, su abuela acostumbraba contarles como una bella historia, este santo fue encontrado por un trabajador de la familia cuando cortaba leña.

Mientras generaba los corte, pudo observar que de la madera nacía un color rojizo similar a la sangre y de él se comenzaba a conformar la figura de este santo que mantiene relación con San Francisco de Asís.

Desde entonces, la familia comenzó el cuidado de esta pieza que para ellos significó de mucha importancia, ya que fue generando conocimiento entre los habitantes de este campo, que recurrían a pedir mandas.

“Muchas personas lo llaman el santo de las cosas perdidas, ya que llegan a pedirle que le encuentre animales o bien otras cosas, las que al poco tiempo aparecen” afirmó este joven que mantiene una relación directa con la mujer que vio emerger desde la madera esta querida figura.

13 DE JUNIO: UNA FESTIVIDAD LOCAL

Fue desde entonces que este santo ha tenido mucho reconocimiento entre los yumbelinos y visitantes de otras localidad como Tomeco, Concepción, que cada año llegan a rendir agradecimientos a esta gruta que es resguardada por esta conocida familia que ha sabido mantener esta tradición en este lejano campo.  

Esta actividad, es emprendida cada año, por el alcalde de la comuna, quien manifestó que esta es una tradición que busca mantener por futuras generaciones.

El padre Bernardo Álvarez, de Yumbel, relató que “San Antonio Negro es parte de una antigua devoción familiar, cuya imagen muy antigua y pequeña se encuentra en una gruta entre Yumbel Estación y Río Claro.

“A la parroquia San Sebastián solicitan la celebración de la Eucaristía, en la cual participan unas 300 personas, no obstante, acuden al día de San Antonio más de mil personas en general, sobre la tradición y la historia de la devoción”.