Salud

"Diabetes cerebral": la nueva mirada que busca entender las enfermedades psiquiátricas

El científico chileno Felipe Barros explica que alteraciones metabólicas en el cerebro podrían preceder a enfermedades como la esquizofrenia, depresión y trastorno bipolar, abriendo oportunidades de prevención temprana.

Pese a representar solo el 2% del peso corporal, el cerebro humano consume cerca del 20% de la energía total del organismo., Freepik
Pese a representar solo el 2% del peso corporal, el cerebro humano consume cerca del 20% de la energía total del organismo. / FUENTE: Freepik

Por largo tiempo, los trastornos mentales graves como la esquizofrenia, la depresión mayor o el trastorno bipolar han permanecido en una zona gris de la medicina. A diferencia de muchos otros problemas de salud, donde se conocen causas, mecanismos y tratamientos dirigidos, en psiquiatría los avances han sido mucho más lentos.

Pese a representar solo el 2% del peso corporal, el cerebro humano consume cerca del 20% de la energía total del organismo. Es una máquina de alto rendimiento, que requiere un flujo constante de glucosa y oxígeno para sostener procesos como la transmisión sináptica y la actividad eléctrica neuronal. Sin energía suficiente, las neuronas no se conectan, no transmiten, no procesan.

En este contexto, un nuevo concepto está ganando terreno en la investigación biomédica: la "diabetes cerebral", término que describe alteraciones metabólicas en el cerebro semejantes a lo que ocurre en la diabetes mellitus, y que podría abrir una ventana para comprender mejor enfermedades psiquiátricas graves como la esquizofrenia y la depresión.

Esta idea la plantean más de 40 especialistas de distintas disciplinas en un artículo publicado esta semana en la revista Nature Mental Health, entre ellos el científico chileno Felipe Barros, académico de la Universidad San Sebastián y director del Centro de Estudios Científicos (CECs).

La hipótesis cristalizó en el Foro Ernst Strüngmann sobre Neuropsiquiatría Metabólica, realizado en 2024 en Frankfurt, donde expertos en psiquiatría y práctica clínica, neurociencia, genética, neuroimágenes, entre otras áreas, se reunieron para abordar temas prioritarios y detectar lagunas de conocimiento sobre la salud mental.

Al respecto, Barros explicó que el término "Diabetes cerebral" surge de la constatación de defectos en el metabolismo de la glucosa y la insulina dentro del cerebro.

"En la diabetes mellitus existe un fenómeno inicial llamado resistencia a la insulina, que impide que la glucosa ingrese a las células y se acumule en la sangre. En el caso del cerebro, también se produce insulina localmente y algunas células presentan dificultades para responder a ella, generando un escenario similar".

Académico de la Universidad San Sebastián y director del Centro de Estudios Científicos (CECs), Felipe Barros.

Según el especialista, estos cambios metabólicos no solo se han observado en enfermedades neurodegenerativas, sino también en cuadros psiquiátricos graves. Lo más llamativo, afirmó, es que ocurren muchos años antes de que se manifiesten los primeros síntomas clínicos.

"En esquizofrenia, por ejemplo, ya en un niño pequeño se detectan alteraciones en los circuitos locales y en la comunicación entre neuronas y células de soporte, que luego desembocan en los desajustes del cerebro adulto".

Esta perspectiva plantea un doble interés para la ciencia: se trata de eventos desconocidos hasta ahora y además son muy tempranos, lo que abre la posibilidad de intervenciones preventivas que podrían modificar el curso de la enfermedad.

ALIMENTACIÓN: UN FACTOR CRUCIAL

En el caso de la Diabetes Mellitus, la alimentación es un factor crucial en la prevención de esta patología.

Ahora, en el caso de enfermedades mentales graves "uno sospecha que la dieta pudiera ser importante también. Entonces, una vez que se detectan los cambios se abre una pregunta, ¿será un factor clave la dieta de un niño que tiene cierta predisposición hacia desarrollar una enfermedad mental grave? Quizás sí y te abre un amplio espectro de posibles intervenciones; eso está en el territorio de lo especulativo por el momento, pero como ya se transitó un camino con la diabetes del cuerpo entero, es un camino que tiene ciertas posibilidades de transitarse en el caso de la diabetes del cerebro", explicó Barros.

En la diabetes convencional, los altos niveles de glucosa en la sangre dañan lentamente diversos tejidos, provocando complicaciones en ojos, corazón y riñones. "Si lo llevamos al cerebro, estos cambios acumulados hacen que los circuitos funcionen de manera anómala durante años, hasta desembocar en síntomas como alucinaciones o alteraciones de la personalidad".

Este enfoque también abre preguntas sobre el rol de la dieta y el ambiente. Así como la diabetes mellitus es considerada una enfermedad moderna, asociada al exceso de calorías y carbohidratos, los investigadores sospechan que factores como la alimentación, el estrés o la inflamación crónica podrían incidir en la aparición y desarrollo de enfermedades psiquiátricas graves.

HACIA NUEVAS TERAPIAS

Hasta ahora, la medicina ha contado con tratamientos que controlan síntomas —como las alucinaciones— pero sin capacidad de modificar el curso de la enfermedad.

"Cuando entendemos qué ocurre realmente y en qué momento ocurre, recién se abre la posibilidad de terapias curativas o que cambien la evolución de la patología", enfatizó el experto.

El gran desafío, según los especialistas, está en detectar los cambios metabólicos de forma temprana, incluso en la infancia, y actuar antes de que se produzcan las crisis psicóticas. "Ese es el sueño de la psiquiatría: no solo tratar los síntomas, sino prevenir la enfermedad", concluyó.




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