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La Semana Mundial de la Lactancia Materna es una efeméride diseñada para poner foco en una práctica que, según la ciencia, trasciende la alimentación infantil. La lactancia materna es la forma óptima de alimentar a los bebés, dado que ofrece los nutrientes que necesitan para un equilibrio adecuado y para estar protegidos contra enfermedades.
Paulina Tobar, encargada de la Unidad de Gestión del Programa de Ciclo Vital del Servicio de Salud Biobío, destacó la relevancia de esta práctica natural tanto para el desarrollo del recién nacido como para la salud de la madre, la comunidad y el medioambiente.
Según relató, la fecha especial ha sido impulsada desde la década de los 90 por organizaciones internacionales, "para poder relevar acciones que se generan en torno a la protección, al fomento y a la promoción de la lactancia materna".
El establecimiento de esta semana tiene raíces en un contexto histórico crítico. Tobar explicó que se relaciona con la Declaración de Innocenti de 1990, que buscó fortalecer este trabajo en los distintos países de manera transversal.
En ese período, el mundo presentaba situaciones de hambruna donde los niños se enfermaban y fallecían a edades muy tempranas. "Esto debido a varios factores económicos, culturales, pero también a un trabajo muy fuerte que hizo la industria desde el marketing de las fórmulas lácteas que vino a quitarle protagonismo a la lactancia materna", agregó.
Tras este escenario, los países se unieron y comenzaron a relevar la importancia de propiciar la lactancia materna, creando campañas para educar sobre los beneficios que existen tanto para el bebé como para la madre, la comunidad y el medio ambiente.
La profesional de la salud describió la leche materna como "el alimento creado para la especie humana" ya que en un niño nacido de término y a libre demanda puede cubrir todos los requerimientos desde el punto de vista nutricional.
Desde el aspecto emocional, explicó que "tenemos que pensar que el recién nacido ha pasado 37, 38 o incluso 40 semanas dentro del útero de su madre, protegido, sintiendo su calor, su afecto y su latido. Cuando nace, comienza una etapa de 'gestación fuera del útero' que dura alrededor de nueve meses más".
Durante ese periodo, continuó Tobar, "amamantar propicia este contacto físico, recordándonos que somos mamíferos y que nuestro instinto es el apego. Esto permite al bebé regular su temperatura, su respiración y sus funciones vitales de forma acompasada y segura, junto a su madre".
La lactancia también fortalece el vínculo afectivo de la madre y estimula su instinto protector, lo que favorece la recuperación posparto. Además, puede contribuir a reducir el riesgo de ciertas enfermedades crónicas en el bebé.
A nivel colectivo, Tobar destacó que "muchas veces decimos que la lactancia es como la primera vacuna que recibe el recién nacido, dado que mediante la secreción de las primeras gotas de leche se traspasa un alto componente inmunológico. Los niños que son amamantados exclusivamente con leche materna se enferman menos".
Tobar reconoce que existen situaciones especiales donde la lactancia no se puede dar de la manera deseada. "Siempre me gusta recalcar que toda gota de lactancia es un logro", enfatizó.
Desde el ámbito de la salud, se han generado apoyos durante todo el periodo de gestación mediante controles individuales y talleres grupales en atención primaria, donde se sensibiliza respecto de estas temáticas a las mujeres y sus familias.
En toda la atención primaria de la provincia de Biobío existe una prestación llamada "Clínica de Lactancia", instancia que busca resolver dificultades de lactancia materna.
"La mayoría de nuestros establecimientos en las 14 comunas tienen, de manera preventiva, una instancia donde una vez que la mamá es dada de alta, posterior al control con la matrona, se evalúa su condición de lactancia para ver si requiere apoyo", explicó Tobar.
Para la encargada del Programa de Ciclo Vital, la lactancia materna no debe ser solo un tema de una semana en el calendario. "Los beneficios superan ampliamente sus costos y muchos de ellos se ven a largo plazo", señala.
Entre los beneficios menciona la mejor autorregulación de peso y talla en la infancia, el aprendizaje de las señales de hambre y saciedad desde el nacimiento y la prevención de enfermedades como la obesidad, la diabetes y la hipertensión.
"Cuando una madre amamanta, no solo alimenta: entrega salud, amor y protección, y contribuye a una sociedad más sana", concluye la especialista.
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