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En un contexto de crecientes demandas sociales por un sistema de salud más justo, equitativo y eficiente, un nuevo conflicto se desató entre el gobierno central y las autoridades de salud locales.
La chispa que encendió la controversia fue un oficio emitido por el subsecretario de Redes Asistenciales, Bernardo Martorell, solicitando a los Servicios de Salud gestionar acuerdos con los Gobiernos Regionales (GORE) para que sean estos quienes financien los gastos operacionales que tradicionalmente han sido cubiertos por el Ministerio de Salud (Minsal).
Frente al tema, desde la Asociación de Funcionarios de Atención Primaria de Salud Municipal (Afusam) Los Ángeles rechazaron la medida, atribuyendo la responsabilidad de financiar la salud pública directamente al Ministerio de Salud.
El documento emitido por Martorell solicita a los servicios de salud locales promover convenios con los GORE para cubrir gastos como insumos médicos y mantenimiento de infraestructura o servicios básicos.
En entrevista con Diario La Tribuna, el presidente de la Afusam y representante de los trabajadores de la Atención Primaria de Salud en la zona fue enfático al decir que "no estamos de acuerdo con la opinión del subsecretario Martorell. Estos fondos deben venir directamente del Ministerio de Salud; nunca antes se había planteado que los gobiernos regionales deban cubrir estos gastos operacionales".
Valenzuela denunció que esta medida implica una elusión de responsabilidades por parte del Minsal y alertó que esta situación podría afectar la calidad del servicio que se brinda en centros de atención primaria a lo largo del país. "Se está traspasando una carga financiera a organismos que no tienen la obligación ni la capacidad estructural para sostener este tipo de gastos", explicó el dirigente.
Según detalló Valenzuela, hace dos semanas se llevó a cabo una reunión del directorio nacional de la Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud Municipalizada (Confusam), encabezada por su presidenta Gabriela Flores, donde se planteó directamente al subsecretario Martorell la necesidad de un mayor financiamiento para la atención primaria.
En esa instancia, detalló Valenzuela, Martorell habría reiterado su intención de que parte de los fondos se obtuvieran a través de acuerdos con los Gobiernos Regionales, lo que fue rechazado rotundamente por los asistentes.
"Siempre se ha dejado de lado la atención primaria. Somos como el hermano pobre de la salud pública", denunció Valenzuela.
A ello añadió que -si bien no se han enfrentado mayores crisis por falta de suministros en la zona que él representa- existen otras ciudades del país sí están sufriendo las consecuencias de un financiamiento insuficiente.
A nivel local, Valenzuela detalló que Los Ángeles, por ejemplo, arrastra un retraso de más de seis años en la construcción del Centro de Salud Cordillera, una infraestructura largamente esperada que hoy sigue siendo una promesa sin cumplir.
"El hacinamiento es evidente en varios sectores de la ciudad y urge que se prioricen estos proyectos", advirtió el dirigente.
Además, denunció retrasos en el pago de incentivos por cumplimiento de metas y falta de insumos básicos en varios centros del país, lo que ha llevado incluso a llamados a paro por parte de funcionarios de la salud.
Uno de los puntos más críticos planteados por Valenzuela es la contradicción entre el discurso del gobierno actual, que ha prometido avanzar hacia un sistema de salud universal, y la falta de recursos para sostener siquiera el sistema existente.
"¿Cómo se va a implementar una universalización de la salud si no hay recursos suficientes ni para lo básico?", cuestionó Valenzuela.
A su juicio, cualquier avance hacia un sistema más inclusivo debe estar acompañado de inversiones sustantivas en infraestructura, personal y equipamiento, algo que no se observa en la práctica. "Es muy fácil lanzar un proyecto, pero si no se entrega el financiamiento necesario, queda en letra muerta", agregó.
Este conflicto vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre el modelo centralizado de gestión, al menos en materia de salud.
Se trata de una crisis financiera que se viene arrastrando por años y que se ha agudizado por demandas crecientes, brechas estructurales, y una ciudadanía cada vez más exigente.
Para Eric Valenzuela la solución pasa por un cambio profundo en la forma de asignar y ejecutar los recursos. "Es un tema que el gobierno actual y los que vengan debe abordar con seriedad. No podemos seguir parchando un sistema que ya está colapsado", concluyó.
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