El ideal es aprovechar este tiempo para compartir en familia con los niños, optando por panoramas acorde a las edades e intereses.
Vacaciones responsables / Pixabay
Las vacaciones son sinónimo de disfrutar y compartir con los más cercanos. Aunque los niños y jóvenes dejen de lado los hábitos escolares, es importante que no tengan la sensación de estar desocupados o sin responsabilidades, por lo que es recomendable fomentar que busquen sus propias entretenciones, lo que les ayudará a ser más creativos y felices.
Además, las tan anheladas vacaciones pueden convertirse para muchos papás en un verdadero problema por intentar entretenerlos de la mejor manera y lejos de las pantallas. Muchas veces, en lugar de compartir con los amigos o de disfrutar al aire libre, prefieren quedarse viendo películas, jugando en consolas o usando el celular.
Al respecto, Susana Saravia, psicóloga infantojuvenil de Clínica Universidad de los Andes, comenta que, "muchas veces, los papás se complican en qué actividades pueden hacer con sus hijos, pero lo importante es crear espacios simples de entretención, en donde puedan compartir y conversar, cosas que son fundamentales para su desarrollo y crecimiento".
La psicóloga entrega algunas recomendaciones de actividades para evitar el uso de pantallas:
Planificar actividades con anticipación: involucrar a los niños en la planificación, considerando sus intereses, construyendo en familia una lista de actividades. Si hay hermanos, se sugiere turnarse en la elección de los panoramas.
Compartir en familia: una vez que los padres vuelven del trabajo, hacer actividades y preocuparse de que el tiempo sea de calidad, estando disponibles física y emocionalmente.
Leer juntos: como mínimo, los niños deberían leer o escuchar un cuento (cuando aún no han aprendido a leer) la misma cantidad de tiempo que están expuestos a las pantallas, para promover su desarrollo intelectual. Se recomienda definir un momento del día, idealmente antes de dormir.
Realizar deporte: actividad física que sea al aire libre y con más personas.
Aprovechar la naturaleza: si no se puede en la semana, dejar los fines de semana para hacer paseos, camping, picnic que acerquen a los niños, con el fin de desconectarlos de las pantallas.
Poner límites al tiempo de exposición a las pantallas: llegar a acuerdos y establecer una rutina diaria sobre el horario. Por ejemplo, ojalá cero pantallas para niños menores de 3 o 4 años y hasta los 6 años máximo una hora. Desde la edad anterior hasta los 12 años que sea únicamente una hora y ya después de los 12 años en adelante, se puede llegar a un máximo de 2 horas.
Enseñar por medio del ejemplo: las acciones como padres o cuidadores son fundamentales, permite modelar la conducta, además de promover la conexión emocional.
Tiempo de pantalla en familia: aprovechar el uso de pantallas como una oportunidad de compartir momentos en familia, como hacer una tarde de películas o una competencia de videojuegos familiar.
La psicóloga aconseja que los niños no se expongan a pantallas más de dos horas al día, ya que el uso desmedido puede:
Afectar el desarrollo cerebral
Aumentar el riesgo de adicciones
Facilitar desregulación emocional
Causar alteraciones en las relaciones sociales
Alterar el sueño
Ocasionar sobrepeso y obesidad
Asimismo, existe el peligro de que accedan a contenido poco adecuado para su edad y el uso de las redes sociales puede perjudicar la comunicación familiar, disminuir sus habilidades sociales o exponerlos a suplantación de ciberbullying. "Por esto, las vacaciones son el momento ideal para organizar actividades que no impliquen pantallas y, lo más importante, que sean la oportunidad para pasar tiempo en familia y amigos, hacer manualidades, cocinar, jugar juegos de mesas o realizar actividad física", recalca la psicóloga.
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