Diciembre viene acompañado del retorno de las temperaturas que acercan cada vez más a la comuna de Los Ángeles a los 30°, lo que genera sensaciones térmicas que hacen temer un daño en la salud de la población. Lo anterior, a raíz de las consecuencias que puede ocasionar un calor desmedido en el organismo de cualquier persona que, de no mediar buenos hábitos, podría tener un amargo verano.
Entre los aliados para combatir este inminente aumento que registraran los termómetros, especialistas en nutrición enfatizan en la relevancia de una correcta hidratación. Una acción que puede parecer sencilla, pero que durante el periodo estival se vuelve fundamental para cuidar la salud.
DE SEIS A OCHO VASOS
En conversación con diario La Tribuna, Rinat Ratner, directora de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Desarrollo, comentó algunas apreciaciones importantes en materia de prevención y cuidados.
De acuerdo con la entrevistada, entre quienes mantienen una baja ingesta de líquidos puede haber consecuencias a corto y largo plazo: "A corto plazo, puede causar deshidratación, fatiga, dolores de cabeza, sequedad de piel y mucosas, mareos, dificultad para concentrarse, menor rendimiento físico, decaimiento, disminución en la cantidad de orina y somnolencia. A largo plazo, puede contribuir a problemas renales, formación de cálculos, problemas digestivos e incluso afectar la salud de la piel".
En cuanto al consumo de agua, "en líneas generales se sugieren entre seis a ocho vasos de líquido al día, pero con temperaturas muy elevadas y alta sudoración esa cantidad debe aumentar. El aumento debe ser de 2 a 2,5 litros en esos días de calor extremo".
PRIORIZAR EL AGUA
Durante la conversación, la experta fue enfática en señalar que el agua está por sobre cualquier otro líquido, sugiriendo las bebidas hidratantes únicamente en casos de sudoración profusa.
En palabras de Ratner, "es importante preferir hidratarse con agua, pero también puede ser agua con fruta, sin adición de azúcar, té o aguas de hierbas heladas, evitando bebidas gaseosas, jugos o bebidas azucaradas".
"Las bebidas que contienen cafeína, alcohol y altos niveles de azúcar pueden tener efectos deshidratantes en el cuerpo si se consumen en exceso. Estas bebidas pueden aumentar la producción de orina, lo que puede llevar a la pérdida de líquidos y provocar deshidratación si no se compensa con una ingesta adecuada de agua", complementó.
LAS HORAS PROHIBIDAS
En ediciones anteriores de diario La Tribuna, la Dra. Marcela Garrido, urgencióloga de la Clínica Universidad de los Andes, planteó la importancia de evitar las denominadas conductas de riesgo en el verano: "Entre las conductas de riesgo se suele ver que durante el verano no se usa ropa adecuada ni tampoco se consume agua frecuentemente (...) Es más frecuente al aire libre, sobre todo cuando la gente realiza actividades en las horas peak sin utilizar protección".
Palabras con las que concuerda la directora de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Desarrollo, quien señaló que "es fundamental evitar la exposición al aire libre en las horas de mayor calor". Siendo este periodo el que comprende comúnmente desde las 11 de la mañana hasta pasado las 16 horas.
Durante este lapso de tiempo, los expertos concuerdan en que se debe evitar una exposición directa a la luz solar, ya que puede tener mayores consecuencias que solo una deshidratación, como los golpes de calor, las quemaduras o la futura aparición de un cáncer de piel, donde en nueve de cada diez casos el factor común es la sobreexposición al sol.