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La Tribuna

La malnutrición por exceso es considerada una preocupación en Chile

por Nicolás M.

Si antes uno de los problemas de salud más comunes era la desnutrición, hoy el país vive una realidad opuesta, pero igual de alarmante.

Alimentos / Freepik

El pasado viernes concluyó la Segunda Cumbre Parlamentaria Mundial contra el Hambre y la Malnutrición que este año se realizó, por primera vez, en territorio chileno, específicamente en la región de Valparaíso. Una jornada que se extendió por dos días y que permitió abordar temáticas relevantes en torno a la seguridad alimentaria y la nutrición desde la perspectiva de más de 150 legisladores de los cinco continentes.

Durante la ceremonia de inauguración, el Presidente de la República, Gabriel Boric, encabezó un breve discurso que colocó en la palestra la situación local: "Hoy más de la mitad de los niños de nuestro país sufre de algún tipo de malnutrición por exceso o mala alimentación. Y esto tiene su raíz en las profundas desigualdades que tenemos y en la dificultad que enfrentan las familias de menos ingresos para acceder a una alimentación saludable que es cinco veces más cara que aquella que solo satisface en calorías".

En ese contexto, el diario La Tribuna tomó contacto con Bárbara Castillo, nutricionista infantil de la Clínica Universidad Los Andes, para conocer apreciaciones profesionales acerca de la malnutrición en Chile.

En primer lugar, la entrevistada apuntó al origen de los hábitos alimenticios de los niños: "Desde el punto de vista nutricional, la alimentación o los hábitos de alimentación de un niño se forman en lo que ve a su alrededor. Los hábitos de los padres son capaces de transmitirse a través del tiempo y eso es lo que forma los hábitos de los niños (...) Por ejemplo, en familias que tienen alimentación saludable y que establecen horarios de alimentación, lo más probable es que los integrantes infantiles también los establezcan".

Asimismo, Castillo detalló que "si los padres y/o acostumbran a tomar desayunos saludables, lo más probable es que el niño imite lo mismo y se acostumbre a tener ese hábito de sentarse en la mesa, comer fruta, tomar leche, etc.".

LAS DOS CARAS DE LA MALNUTRICIÓN

Una de las asociaciones más comunes en la sociedad es la malnutrición con el bajo peso, sin embargo, existen dos lados de este considerable problema de salud. Según explicó la especialista, "la malnutrición tiene dos ambientes, por un lado, la malnutrición por déficit, que es la desnutrición y sus riesgos, y, por otro lado, la malnutrición por exceso, que es el sobrepeso y la obesidad, siendo esta última la que más observamos en nuestro país".

"En el caso de la malnutrición por exceso existen factores modificables y factores no modificables. Dentro de los factores modificables destaca la dieta y el ejercicio como medida de prevención para que el niño no tenga malnutrición por exceso (...) No obstante, si en una familia los padres no hacen actividad física, lo más probable es que el niño no tenga el hábito de tener una actividad física y esto se transfiere también a la alimentación. Es decir, si los padres no consumen frutas, no podemos esperar que el niño consuma frutas, porque los niños imitan mucho lo que hacen los padres", complementó la entrevistada.

RAÍCES DE UN PROBLEMA

En concordancia con lo manifestado por el Presidente Boric en el primer día de la Segunda Cumbre Parlamentaria Mundial contra el Hambre y la Malnutrición, la nutricionista infantil abordó uno de los orígenes de este problema de salud nacional: "Desde el punto de vista de la calidad se observa que el acceso a los alimentos no es transversal. Los alimentos de buena calidad que son alimentos más saludables en nuestro país, lamentablemente, están adquiriendo un precio muy elevado, entonces la accesibilidad a esos alimentos de buena calidad se ve limitada cuando tenemos una familia grande o un nivel socioeconómico más bajo".

Por el contrario, "los alimentos ultraprocesados que no son nutritivos, como, por ejemplo, las sopaipillass, el completo, los dulces, las bebidas o alimentos azucarados, tienen un costo económico mucho más bajo y son más accesibles (...) Entonces las personas se enfrentan a esta disyuntiva de alimentos no saludables pero más accesibles o alimentos saludables pero más caros y más difíciles de encontrar", agregó Castillo.

UN MENSAJE A LA POBLACIÓN

Consciente de este problema que afecta a una parte considerable de la población, Bárbara Castillo comentó algunas soluciones que pueden ser de utilidad en los hogares chilenos: "Uno de los consejos que suelo entregar a los padres es que tengan en cuenta de que ellos son el modelo positivo para sus hijos, y dentro de estos modelos positivos es que se deben formar hábitos saludables, no solamente en la alimentación, que es importante, sino también promoviendo la actividad física".

"Potenciando en su conjunto la alimentación saludable con la actividad física vamos a tener niños más saludables a futuro que van a generar una carga económica menor a nivel de salud pública. Y dado eso, también debemos tener en cuenta que los niños no toman decisiones de preparación o de compra, por lo tanto son los padres quienes tienen esa responsabilidad (...) Para facilitar esta labor es muy bueno planificar la semana, por ejemplo, el día domingo planificar todos los alimentos que vamos a consumir durante la semana, de esa forma voy a saber de antemano qué es lo que voy a preparar y qué es lo que debo comprar evitando un impacto en la economía de hogar", zanjó Bárbara Castillo, nutricionista infantil de la Clínica Universidad Los Andes.

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