La conversación digital en torno a las elecciones presidenciales y parlamentarias del 16 de noviembre se ha caracterizado por un nivel de violencia sin precedentes. Es lo que advierte el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Chile, que detectó que el 74% de las publicaciones monitoreadas contienen alguna forma de lenguaje violento, mientras que el 59% de los ataques se dirigen específicamente contra mujeres y un 69% es motivado por la afiliación política de las víctimas.
El fenómeno representa una transformación radical en el debate público: ya no se trata de desinformación o noticias falsas —problema predominante en elecciones anteriores— sino de una comunicación sistemáticamente tóxica que busca excluir al adversario político mediante insultos, descalificaciones y ataques a la identidad de las personas. En un contexto de voto obligatorio que incorpora a millones de electores que históricamente no participaban en política, esta violencia digital cobra especial relevancia.
EL DIAGNÓSTICO DEL PNUD
El PNUD en Chile lanzó la campaña "Infórmate con responsabilidad, participa con integridad" tras analizar más de 3.000 publicaciones en redes sociales desde septiembre mediante una herramienta que combina inteligencia artificial y anotación manual. El diagnóstico reveló un aumento significativo en la agresividad de la comunicación digital durante el proceso electoral.
La iniciativa busca promover una participación ciudadana consciente durante el ciclo electoral 2025, estructurada en torno a tres pilares estratégicos: corresponsabilidad informativa, para que cada persona asuma un rol activo en el cuidado y la difusión de la información; prevención de la violencia hacia las mujeres, visibilizando cómo la violencia en el ecosistema informativo afecta la participación política femenina; y el fortalecimiento del rol del Servel como fuente oficial de información electoral.
Valentina Salas, oficial del Área de Gobernanza y Territorio del PNUD, explicó que la conversación digital se ha vuelto "altamente violenta", caracterizada por un lenguaje inflamatorio y múltiples insultos.
La funcionaria del PNUD enfatizó que el 69% de las publicaciones violentas tiene como motor la afiliación u orientación política de las personas atacadas. "Esto no se trata de una discusión basada en diferencias ideológicas o puntos de vista sobre un tema —lo cual sería nutritivo para un debate democrático— sino de agresiones y ataques directos por la afiliación política, buscando excluir al adversario", explicó Salas.
IMPACTO CONTRA MUJERES
Salas destacó que el 59% de los mensajes agresivos o ataques van dirigidos hacia las mujeres en política o líderes de opinión.
La oficial también reveló que en el 58% de los casos no se pudo identificar la identidad de la cuenta detrás del ataque, lo que incluye cuentas anónimas o bots y dificulta la respuesta institucional frente a esta problemática. "Participar informadamente no solo significa ejercer el voto, sino también cuidar el espacio público desde la información que compartimos. La democracia se fortalece cuando cada persona contribuye con responsabilidad", concluyó la representante del PNUD.