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La presencia del presidente Gabriel Boric en la investidura de Rodrigo Paz Pereira como nuevo mandatario de Bolivia marca un hito diplomático histórico tras casi dos décadas de ausencia de un jefe de Estado chileno en el cambio de mando boliviano. Este acto simboliza un firme acercamiento en las relaciones bilaterales, que se traducen en una agenda renovada de cooperación y diálogo político.
Después de 19 años, la asistencia de Boric a este evento rompe con una larga tradición de distanciamiento formal entre ambos países. La última vez que un presidente chileno estuvo presente en un acto similar fue en 2006, cuando Ricardo Lagos asistió a la primera investidura de Evo Morales. El contexto de este retorno destaca por la participación de la subsecretaria de Relaciones Exteriores de Chile, Gloria de la Fuente, quien acompañó a Boric a La Paz, subrayando la importancia que el Gobierno chileno otorga a este reencuentro diplomático.
Las autoridades de ambos países resaltan el avance en la cooperación bilateral de los últimos años. Destacan principalmente la implementación de la Hoja de Ruta Consular de 2022 y la firma de diversos acuerdos en materia de seguridad entre 2023 y 2024. Estos acuerdos se enfocan en fortalecer la lucha contra el crimen transnacional organizado y la protección a víctimas de trata de personas, junto con otras áreas sensibles para ambos gobiernos.
La reactivación de los principales espacios de encuentro bilateral complementa este nuevo ciclo de acercamiento. Entre las instancias retomadas figuran el Comité de Frontera e Integración, la Mesa de Recursos Hídricos Transfronterizos, la Reunión de la Comisión Administradora del ACE 22 y la Comisión Mixta de Drogas y Delitos Conexos. Estas reuniones buscan dotar de mayor institucionalidad a los temas prioritarios para ambas naciones, garantizando continuidad y resultados concretos en la agenda común.
La investidura de Rodrigo Paz Pereira representa el inicio de una nueva fase política y diplomática en Bolivia. El presidente saliente, Luis Arce, entrega el mando en una ceremonia solemne celebrada en la Asamblea Legislativa Plurinacional, reflejando el proceso democrático del país altiplánico. La llegada de Paz surge en un contexto de expectativas de apertura nacional y fortalecimiento de la proyección internacional de Bolivia.
Rodrigo Paz asume el liderazgo con la promesa de abrir Bolivia al mundo, planteando una línea de gobierno orientada al desarrollo interno y a la integración con la región. Este nuevo enfoque político concuerda con la coyuntura de renovada cooperación entre Bolivia y Chile, reflejada en la diplomacia activa de ambos gobiernos durante los últimos meses.
Las expectativas ante este acercamiento se enfocan en que ambas naciones potencien sus estrategias en materia de desarrollo, seguridad y bienestar social, dentro de un marco de respeto mutuo y cooperación activa.
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