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Cardenal Chomalí: "La vida humana es un bien intocable y nadie tiene derecho a arrebatarla"

por Prensa La Tribuna

El Arzobispo de Santiago se refirió, entre otros temas, a proyectos de ley sobre aborto y eutanasia.

Monseñor Chomalí / Archivo La Tribuna

Con un mensaje firme y profundamente ético, el cardenal Fernando Chomalí presidió este jueves el Te Deum Ecuménico en la Catedral Metropolitana de Santiago, marcando uno de los momentos más significativos de las celebraciones de Fiestas Patrias.

La ceremonia contó con la asistencia del Presidente Gabriel Boric —en su último Te Deum como Jefe de Estado—, además de ministros de Gobierno, parlamentarios, comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas, representantes del Poder Judicial y líderes de diversas confesiones religiosas.

Durante su homilía, el Arzobispo de Santiago abordó con claridad los proyectos de ley sobre aborto y eutanasia, calificándolos como "leyes claramente injustas" que atentan contra los más vulnerables.

"La vida humana siempre es un bien intocable y nadie tiene derecho a arrebatarla ni a disponer de ella", afirmó.

Enfatizó que, aunque Chile es un país laico, los creyentes no deben guardar silencio cuando se ven amenazados los fundamentos de la democracia y del Estado de derecho.

Chomalí también instó a los ocho candidatos presidenciales a priorizar la educación pública, señalando que "la ignorancia es la causa de gran parte de los males que nos aquejan como sociedad".

En ese contexto, pidió recuperar la ética personal, el valor de lo comunitario y la confianza en las instituciones.

Otros temas abordados fueron la baja natalidad, la pobreza infantil, la inseguridad y el crimen organizado.

El cardenal advirtió que "el peor servicio que se le puede hacer a Chile es desincentivar el matrimonio y la natalidad, o conculcar a un niño el derecho que tiene a ser concebido, gestado y criado por sus padres".

El Te Deum se desarrolló como un espacio de oración, reflexión y compromiso con el futuro del país.

Con tono esperanzador, Chomalí cerró su mensaje con una exhortación clara: "No es tiempo de divisiones estériles ni cálculos mezquinos, sino de unidad en lo esencial: la defensa de la dignidad de cada persona, la búsqueda del bien común, la recuperación de la confianza y de la esperanza".

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