Multas incluyen cárcel: Irán vuelve a perseguir a las mujeres que no usan el velo islámico

Después de meses centrados en apaciguar las protestas desatadas tras la muerte de Mahsa Amini, la República Islámica ha volcado su mirada nuevamente a la reimposición del hijab o velo islámico, pero esta vez con el uso de herramientas inteligentes y de cámaras para identificar en lugares públicos a mujeres que no lo acaten.

De esta manera, las autoridades islámicas dieron plazo de una semana para que comience a regir la medida. "El plan policial para lidiar con el mal hijab en las calles, vehículos y centros comerciales se comienza a aplicar desde hoy", informó la agencia Fars, vinculada a la Guardia Revolucionaria iraní.

El procedimiento consiste en que mujeres identificadas sin velo recibirán un mensaje de texto en el que se les informará de la infracción. Si reinciden se presentarán cargos contra ellas y tendrán que presentarse ante un tribunal.

De acuerdo con las leyes sobre uso obligatorio del velo, las mujeres y las niñas —incluidas las de tan sólo siete años—, están obligadas, contra su voluntad, a cubrirse el pelo con un velo. Las que no lo hacen, son consideradas delincuentes por el Estado y castigando con multas de hasta dos meses de cárcel.

Actualmente, las autoridades están considerando otras opciones como la privación de servicios bancarios e incautación de autos como medida de presión. Además, han advertido tanto a tiendas como a restaurantes a que no atiendan a mujeres descubiertas, lo que ya ha generado el cierre de una multitud de negocios por este motivo.

Incluso, los Ministerio de Educación y Salud anunciaron a principios de abril que no permitirán el acceso a aquellas mujeres que no usen el velo.

Más represión

Por su parte, la Justicia iraní anunció que no solo se perseguirá a las mujeres sin velo, sino que juzgará sin posibilidad de apelación a aquellas personas que fomenten que las mujeres se quiten el obligatorio velo islámico en público, constata El Heraldo.

¿Quién era Mahsa Amini?

Mahsa Amini, era una mujer kurda iraní de 22 años, detenida el 13 de septiembre de 2022 por la policía de la moral en Teherán por no respetar el estricto código de vestimenta para las mujeres en Irán, murió tres días después en el hospital. Sin embargo, activistas afirman que recibió una herida en la cabeza durante su detención.

Su muerte ha desencadenado protestas en el país y movimientos solidarios en todo el mundo.

De hecho, un informe de la Organización Médico Legal iraní, determinó que "La muerte de Mahsa Amini no fue causada por golpes en la cabeza y órganos vitales", sino que está relacionada con "una intervención quirúrgica de un tumor cerebral a la edad de ocho años".

El padre de la joven, Amjad Amini, había indicado que su hija estaba "en perfecta salud".

"El 13 de septiembre, (Mahsa Amini) perdió repentinamente el conocimiento y se desplomó. Sufrió un trastorno del ritmo cardíaco y una caída de la tensión arterial", añadió el informe publicado por la televisión estatal.