Luis Barceló: "mi trabajo va a apuntar esencialmente a las labores de coordinación y al énfasis político"

Luis Barceló regresó el jueves de sus vacaciones. Fueron 17 días que intentó relajarse estando con su familia, pero la vida de un gobernador no es tan simple y debió seguir conectado con todos, pues este no es un año cualquiera para la política chilena.

En 2017 hay elecciones parlamentarias y presidenciales, y en caso de aprobarse la ley, lo habrá también para escoger al gobernador regional, que dejaría de ser designado desde La Moneda para ser un representante que basará su legitimidad en el voto.

Pero el escenario no termina allí; también está el tema del refichaje, el censo y nuestro estado de excepción que se mantendrá, al menos, hasta el fin de la temporada de incendios que termina en abril.

Eso es parte del año, donde además la Nueva Mayoría deberá esforzarse por revertir la baja popularidad de Michelle Bachelet si quiere seguir manejando los destinos del país.

Por lo pronto, Barceló abrió las puertas de su oficina para hablar de su realidad como el líder de la Nueva Mayoría y del gobierno en nuestra provincia.

“Hay que entender que este es un año esencialmente político; hay elecciones parlamentarias, presidenciales y, probablemente (si es aprobado el proyecto de ley) tendremos elección de gobernadores regionales”, dijo Barceló.

La autoridad también resaltó que “mi trabajo va a apuntar esencialmente a las labores de coordinación y al énfasis político; sin perjuicio de ello, estamos viendo temas ambientales que no son menores y de los que estamos muy preocupados”.

Pero quedarse con esa idea es no entender el trabajo de una autoridad provincial, porque además se enfocará en los temas medioambientales, en su relación con los pueblos originarios y en las grandes obras como son el Paso Internacional Pichachén y el Aeropuerto María Dolores.

La primera gran tarea

Faltan menos de 60 días para enfrentar uno de los grandes desafíos que se planteó la actual administración del Estado de Chile: el censo.

La idea es dejar de lado todo lo relacionado con el proceso del gobierno anterior, pues de allí sólo se puede trabajar con hipótesis, ya que recordemos, el censo encargado por el presidente Sebastián Piñera simplemente no sirvió.

Hoy, según detalló Luis Barceló, “en Biobío estamos listos con los censistas; estamos en este instante en todo el proceso de capacitación de los supervisores y también quiero pedir a los chilenos que colaboremos estando en las casas hasta que pasen los responsables del conteo en terreno”.

El gobernador quiso detenerse en este punto y recordar que un censo no sólo sirve para contar a los chilenos y decir cuántos somos, sino que además recopila datos importantes que permiten elaborar las políticas públicas sin márgenes de errores, información relacionada con la “composición de la población urbana y rural, niveles demográficos por edades y sexos, habitaciones, nacionalidades y otros, que son datos indispensables para generar políticas públicas sobre bases reales y no sobre hipótesis”.

Trabajo político

Como representante de La Moneda en la provincia, Barceló es la máxima autoridad política del Poder Ejecutivo en la zona. Desde ese punto de vista, su trabajo no sólo se enfoca en gobernar, sino que además está dedicado a mantener el orden dentro de la coalición gobernante y a mantener las buenas relaciones con los partidos de oposición.

En sus palabras, se trata de ser un prevencionista de riegos, un bombero, un amigo, un político. “La labor de los gobernadores en la práctica es ser un prevencionista de riesgos, es decir, yo tengo que prevenir, no tener conflictos que alteren el orden público. Si eso sucede, dicen que eso es un incendio, tengo que apagar ese incendio y ser un bombero, tengo que ser un  político, mantener la coordinación de los partidos que conforman el gobierno, la Nueva Mayoría, pero al mismo tiempo tener las relaciones más cordiales con los partidos de oposición, y eso se ha hecho en estos tres años y se seguirá haciendo este”.

Pero además, y aunque no lo indique en sus palabras, Barceló es el responsable político de hacer visibles las obras y avances del gobierno de Michelle Bachelet, pues como su hombre de confianza en la zona, debe intentar que la Nueva Mayoría logre la reelección presidencial, que mantenga o supere a todos los parlamentarios de lo que hoy es el Distrito 21 y, en el caso de ocurrir, velar junto con los gobernadores de Ñuble, Arauco y Concepción por que el nuevo gobernador regional también sea del oficialismo.

El presente

Sabido es que en un año electoral, independiente de color ideológico y del lugar donde estemos, los gobernantes intentarán mostrar todo lo que han realizado mientras estuvieron a cargo del poder. Pues bien, la provincia no es la excepción y de eso está preocupado el gobernador, quien además tiene en carpeta temas importantes y que han sido preocupación de los ciudadanos durante estos últimos años.

Hace una semana se confirmó la inyección de 50 millones de dólares para la descontaminación de Los Ángeles, tema en el que Barceló trabajó intensamente y que se oficializó mientras estaba de vacaciones.

Así, el medio ambiente es una de las prioridades de un hombre fiel al gobierno que pretende dejar como legado un ascensor, un paso internacional y, sobre todo, su trabajo con el pueblo pehuenche.

En el primero de los temas, este año se trabajará intensamente en sanar los problemas que genera Ancali en San Carlos de Purén, la piscicultura del Río Caliboro, GDF Suez en la zona de La Aguada, y los vacunos que crecen cercanos al Río Laja en Los Ángeles.

Además, Barceló mostró una vez más su idea de regresar las tierras que corresponden a los pueblos originarios, al subrayar que van a “mantener todo el aporte necesario para que junto al alcalde de Alto Biobío –lo ha hecho muy bien como alcalde, dijo–, Nivaldo Piñaleo, continuemos por la senda del desarrollo en la comuna, entregando predios y entregando tierras a las comunidades que las han reclamado, además de entregarles una mejor calidad de vida”.

Respecto al Paso Internacional Pichachén, este año se podría construir la aduana y terminar un estudio que definirá el camino. Con el aeropuerto se trabaja para tenerlo listo en abril, mientras se espera dejar todo listo para que la Autopista Nahuelbuta comience a construirse en el segundo semestre de 2018.