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La investigación se inició el pasado viernes, cuando las jóvenes subieron a una camioneta blanca en La Tablada con destino a una fiesta. Esa pista llevó a los equipos policiales hasta la última señal telefónica registrada, a 30 kilómetros del punto de partida. El martes, un operativo permitió dar con una vivienda donde se hallaron manchas de sangre; allí fueron detenidos un hombre y una mujer que admitieron haber limpiado la escena con cloro.
El trabajo policial continuó en una segunda casa del mismo sector, donde finalmente se encontraron los cuerpos enterrados. Uno de ellos presentaba desmembramiento y otro tenía una bolsa en la cabeza, según informó el medio TN. Horas después, las familias de las víctimas confirmaron el reconocimiento de los restos, mientras que las autoridades dispusieron la realización de autopsias para establecer las causas de muerte.
El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, apuntó a un móvil ligado al narcotráfico: "Ellas subieron por sus propios medios a la camioneta en La Tablada, supuestamente yendo a un evento, sin saber que estaban cayendo en una trampa de una organización narco que habría perpetrado una estrategia para asesinarlas". Además, aseguró que el principal prófugo corresponde a un traficante de la zona del Bajo Flores, vinculado a una red transnacional.
Por su parte, el perito criminalista Enrique Prueger declaró a La Nación: "El asesinato de las tres jóvenes se trató de un femicidio en masa. El crimen fue claramente realizado por un sicario. Por la impunidad que refleja el hecho, no le importó nada".
Hasta ahora, cuatro personas han sido detenidas en relación con el caso, mientras las fuerzas de seguridad mantienen la búsqueda activa de otro sospechoso considerado clave en la planificación del triple femicidio
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