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Según el gobierno israelí, Al-Issa jugó un papel clave en la organización y ejecución del ataque del 7 de octubre de 2023, uno de los episodios más violentos en la historia reciente del conflicto israelí-palestino, que dejó al menos 1.200 muertos en Israel, en su mayoría civiles.
La muerte del líder fue producto de un bombardeo aéreo realizado el viernes en el barrio de Sabra, ubicado en las cercanías de la ciudad de Gaza, en plena zona de conflicto.
El operativo fue realizado de forma conjunta por el Ejército israelí y el servicio de inteligencia Shin Bet, que lo definieron como un "objetivo de alto valor".
Al-Issa no era un combatiente cualquiera. Fue uno de los fundadores del ala militar de Hamás, conocido como las Brigadas Al-Qassam.
Además, dirigió durante años los centros de entrenamiento de milicianos en Gaza y se le atribuye la creación de "una infraestructura militar independiente" dentro de la franja.
Durante la actual guerra, iniciada en octubre del año pasado tras el ataque de Hamás a Israel, Al-Issa habría estado coordinando la reconstrucción del aparato militar de la organización islamista, fuertemente dañado por los bombardeos israelíes.
Su experiencia y su rol estratégico lo convertían en una de las figuras más relevantes aún con vida dentro de la cúpula militar de Hamás.
Desde que comenzó la guerra, Israel ha intensificado sus operaciones para eliminar a los altos mandos de Hamás, buscando debilitar su capacidad operativa.
Con la muerte de Al-Issa, se reduce aún más el círculo de líderes históricos del grupo que siguen con vida o en funciones dentro de Gaza.
Las FDI calificaron su eliminación como "un golpe importante", no sólo por su rol en la masacre del 7 de octubre, sino también por su conocimiento operativo y estratégico, acumulado durante décadas.
, dijo un portavoz militar.
Este nuevo ataque se suma a una larga lista de bombardeos registrados en las últimas semanas en Gaza, donde se reportan más de 60 muertos sólo en los últimos días.
La situación humanitaria en la franja sigue siendo extremadamente delicada, con escasez de alimentos, agua, medicinas y refugio para miles de civiles desplazados.
Mientras tanto, Hamás no ha confirmado públicamente la muerte de Al-Issa, aunque medios cercanos al grupo han informado del fallecimiento de varios de sus altos mandos en las últimas 48 horas.
La comunidad internacional continúa llamando a una tregua humanitaria, pero tanto Israel como Hamás siguen sin dar señales claras de querer detener la violencia, al menos en el corto plazo.
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