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Los inhibidores de frecuencias de teléfonos y GPS son relativamente fáciles de comprar. Solo basta una búsqueda rápida en Google para que aparezca una infinidad de opciones de dispositivos de ese tipo, desde los más pequeños y baratos hasta los más sofisticados y onerosos.
Sin embargo, una cosa muy distinta es la legalidad de su uso. De hecho, varios atracos cometidos contra vehículos de transporte de mercaderías, la mayor parte de los cuales está controlado por sistemas GPS.
De hecho, esa fue la herramienta que facilitó el robo con intimidación y secuestro que fue perpetrado en la entrada del supermercado Jumbo, en pleno centro de la ciudad.
Los autores fueron los integrantes de una banda de asaltantes que acometieron en contra del conductor de un camión de reparto de mercadería de la empresa Ariztía, justo cuando se aprestaba a ingresar con su carga al supermercado situado en la esquina de la calle Ercilla con la avenida Ricardo Vicuña.
Eran las 7 de la mañana y la temperatura apenas frisaba los cero grados. La bruma matinal ayudó a los asaltantes - presumiblemente tres - a abordar a su víctima por sorpresa, amenazarlo con armas de fuego y golpearlo cuando trató de evitar el atraco. También intimidaron a un peoneta. Ambos fueron obligados a irse en la parte posterior del camión de reparto, que está a temperaturas bajo cero.
Inmediatamente, los delincuentes sacaron a relucir el mencionado inhibidor de señal que borró toda información sobre la ubicación del camión en el mapa de monitoreo de la compañía.
Durante más de dos horas, no hubo indicio alguno sobre la ubicación del camión, un Fotón modelo Aumark, de cinco toneladas de capacidad de carga. Tampoco del chofer y su peoneta.
De hecho, durante más de dos horas hubo total incertidumbre sobre la situación de los dos trabajadores. La misma empresa se encargó de denunciar el delito a Carabineros y de divulgar antecedentes sobre los hechos a los medios de comunicación con la esperanza que la propia comunidad pudiera aportar pistas sobre el vehículo y los dos funcionarios.
Pasadas las 9 horas, la señal del GPS se volvió a activar y comenzó a dar la ubicación del camión. De acuerdo a la referencia en el mapa, estaba situado en el sector Las Ranchas, entre la localidad de El Peral y la zona de La Perla, unos 18 kilómetros al suroriente de la ciudad de Los Angeles.
Los efectivos de carabineros se trasladaron al lugar y confirmaron la presencia del camión y de los dos trabajadores.
Como demostración del actuar concertado de los perpetradores, durante el tiempo en que no se supo nada del camión y sus ocupantes, los delincuentes se dedicaron a vaciar la carga en otro vehículo que debió haber acompañado la operación. Al final, el monto de lo sustraído, principalmente piezas de pollos, no superaría los 7 millones de pesos que, en el mercado negro, se comercializa a mitad de precio.
Después se irse con su cargamento, los dos trabajadores de la empresa fueron abandonados junto con la máquina.
Al chofer y su peoneta fueron llevados a la unidad de urgencia del Hospital de Los Ángeles para efectuar el trámite de la constatación de lesiones. Solo el conductor tendría contusiones en la cabeza cuando fue golpeado por los asaltantes al tratar de evitar el robo. Su colega solo el susto por semejante experiencia.
Por decisión del fiscal a cargo del caso, la indagación fue entregada a la Brigada de Investigaciones Criminales de la policía civil, según confirmó el subprefecto Ricardo Espinoza Céspedes.
Aunque fue escueto en los antecedentes sobre el delito, confirmó que en el robo fue utilizado uno de esos dispositivos que inhiben las frecuencias de los teléfonos y los GPS.
Este tipo de robos con secuestro no son inusuales. Hace poco más de un mes, en la Ruta Cinco Sur, un camión cargado con el equivalente a 200 millones de pesos en salmones, fue asaltado por una banda delictual. Durante una parada en un servicentro ubicado cerca de los Saltos del Laja, el chofer y su acompañante fueron abordados por asaltantes que los maniataron y dejaron cerca de Cabrero, no sin antes robarse todo el cargamento.
En mayo fue desbaratada una banda delictual asentada en Mulchén que cometía violentos robos a camioneros en la Ruta 5 Sur, uno de cuyos integrantes era un funcionario activo de Carabineros que informaba las comunicaciones policiales a los integrantes de la organización criminal. También se confirmó que usaban inhibidores de frecuencias telefónicas y de GPS.
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