Jefe de la PDI en Biobío: "Desbarataremos las bandas, desde el líder hasta el más bajo eslabón"

Un día después de asumir la jefatura de la Prefectura Provincial Biobío de la Policía de Investigaciones, el pasado 1 de febrero, el subprefecto Óscar Bacovich debió abocarse de lleno a colaborar con las autoridades por la emergencia ocasionada por los incendios forestales.  Los estados de excepción decretados para enfrentar los siniestros, los peores en las últimas décadas, obligaron a que la Policía de Investigaciones se desplegara por el territorio para el control del orden público y la indagación del origen de los incendios.

Bacovich, que suma casi 30 años de servicio, venía de estar seis años en una unidad de robos del sector oriente de la Región Metropolitana

Con casi 30 años de servicio, todos desarrollados en diferentes unidades de la capital (Homicidios, Asuntos Internos, Derechos Humanos, Búsqueda de Personas), fue asignado por el mando para asumir la jefatura de la policía civil en la capital provincial.

"Esta es una de las provincias más grades de Chile con casi 15 mil kilómetros cuadrados y una población que bordea los 400 mil habitantes, según censo del 2017. Son 14 comunas en todas las cuales tenemos jurisdicción", reseña de entrada.

Con esos antecedentes sobre la mesa, una de las primeras acciones fue realizar un levantamiento y diagnóstico del panorama delictual: "Hubo un fenómeno que me llamó poderosamente la atención que fue el aumento, entre 2019 y 2022, del 400% de los homicidios. Ese mismo dato llevó a que Los Ángeles fuera incluida en el plan ‘Calles de Violencia’".

"Hay dos formas de visualizar esa información. Una es la negativa, respecto que no se puede ser que Los Ángeles haya tenido un aumento tan explosivo de un delito tan grave y tan violento como es el homicidio. Lo positivo es que así podemos focalizar los recursos de la Policía de Investigaciones, de Carabineros, del Estado, de la municipalidad para articular los ejes centrales del plan ‘Calles sin Violencia’", comentó.

Según Bacovich, "cuando se hablaba de Los Angeles, todo el mundo te dice que era una ciudad muy tranquila, pero esa forma de vivir que se extendió por muchos años, llevó a que no nos diéramos cuenta de lo que estaba pasando en la ciudad hasta que comenzaron los hechos violentos. Ahí recién pudimos reaccionar y darnos cuenta que había crimen organizado, que había bandas dedicadas al narcotráfico y que utilizaban personas para solucionar problemas entre las bandas o quizás con la finalidad de desplazar y ganar mayor territorio, que es común en el crimen organizado, sobre todo en las bandas de narcotráfico".

A su juicio, si bien la Policía de Investigaciones "desbarató una banda y disminuyó la cantidad de delitos, la capacidad de reacción que tuvimos permitió ese statu quo en la ciudad, permitió tener esa sensación que no pasaba nada. Nadie de las instituciones encargadas se percató o realizó la acción determinada para evitar que los hechos ocurrieran. Se reaccionó y desde allí comenzamos a entender el fenómeno delictual que era muy violento, con crimen organizado muy estructurado, planificado y, literalmente, blindado".

Ahí pone acento en un fenómeno que, de acuerdo a su experiencia, no se da en otras regiones del país: el blindaje de las casas dedicadas a la venta de drogas o donde residen los líderes de las bandas delictuales. "Ingresar a una casa con un equipo táctico de operaciones demora entre 5 y 10 minutos, algo que realmente es insólito porque en ese tiempo se pierde evidencia fundamental para la policía, como drogas, armamento, dinero o especies producto de robos. Estamos trabajando con la municipalidad para identificar esos lugar, además de tener un estudio para tener tecnología, equipamiento y recursos que nos permitan reducir ese tiempo para ingresar a un domicilio".

Por lo mismo, la tarea de la Policía de Investigaciones será "adelantarnos a los fenómenos delictuales, no solo de narcotráfico y crimen organizado donde ahora esta nuestro principal foco, sino que en todos los delitos donde operen bandas delictuales. Por ejemplo, la banda que desbaratamos tiempos atrás, dedicada al robo de camiones en la Ruta Cinco Sur, que era muy peligrosa, muy organizada y muy violenta para cometer estos delitos. La pudimos desarticular completamente, incautando drogas, especies, armas de fuego".

De acuerdo a su experiencia, el jefe policial apuntó a que adelantarse a esos fenómenos criminales se inicia en una visión de análisis criminal: "Por eso, potenciamos la Oficina de Análisis Criminal, hemos traído gente especializada en crimen organizado, y eso nos permite monitorear de manera constante todos los hechos ocurridos. No es necesario que sucedan cinco o seis delitos para establecer que tenemos un fenómeno creciente, sino que basta que tengamos uno y dos para tener una señal de alerta y ocuparnos para que ese delito no provoque una alarma pública, como ocurrió hasta el año pasado".

De paso, le envió un mensaje directo al crimen organizado, a las bandas de narcotráfico y delictuales que operan en la provincia de Biobío, "que causan alarma pública y aumentan la sensación de inseguridad, que vamos a estar muy presentes. Tenemos numerosas investigaciones en curso que prontamente se darán a conocer con resultados extraordinarios".

"En una labor de coordinación con el Ministerio Público, no solo tomaremos detenidos a quien dispara un arma de fuego, sino a quién está detrás de esa persona y que haya recibido una orden de alguien para efectuar tal o cual acción violenta. Desbarataremos las bandas, desde el líder hasta el más bajo eslabón en estas organizaciones, con la finalidad que no vuelvan a ocurrir hechos como los ocurridos en los últimos tres años en la ciudad de Los Angeles, principalmente. Tampoco vamos a permitir que estos delitos ni estas bandas se desplacen a otras comunas de la provincia".