El ecosistema emprendedor chileno cierra el año con una oportunidad clave: el lanzamiento de la última convocatoria 2025 del Programa Inicia, un instrumento de CORFO diseñado para apoyar proyectos que aún están en etapa temprana, sin ventas y con alto potencial de crecimiento. La postulación, que estará disponible entre el 19 de noviembre y el 18 de diciembre, marca un hito importante para quienes buscan validar una solución innovadora y dar el primer paso hacia un modelo de negocio sostenible.

Sebastián Arias, Subgerente de Emprendimiento Temprano de CORFO, detalló los criterios de evaluación, el tipo de innovación que se espera y los errores más comunes que dejan fuera a valiosos proyectos.

Una convocatoria nacional y descentralizada

Para CORFO, la descentralización de la innovación es un principio clave. El subgerente Arias destaca que Inicia es un llamado nacional, abierto a emprendimientos de todo el país, que busca democratizar el acceso a la innovación más allá de Santiago.

"Para nosotros las regiones son fundamentales. Postulantes de Los Ángeles y de toda la Región del Biobío compiten de igual a igual con proyectos del resto de Chile", afirmó.

La convocatoria prioriza proyectos vinculados a ejes estratégicos para el país, reflejando las necesidades actuales del desarrollo productivo y la sostenibilidad:

●       Transición energética

●       Gestión hídrica

●       Nuevos materiales

●       Economía circular

●       Construcción

●       Economía azul

●       Tecnologías sostenibles

●       Innovación en salud (un nuevo eje incorporado en esta ronda)

Tres Pilares para Ganar el Fondo: Evidencia, Solución y Equipo

Arias precisó los tres criterios centrales que el comité evaluador de CORFO considerará en esta convocatoria, haciendo hincapié en que la claridad y la evidencia temprana son cruciales:

Innovación Abierta: Más Allá del Chip y el Código

Un punto central que el subgerente de Emprendimiento aclaró es la amplitud del concepto de innovación en esta postulación.

"La innovación puede estar en el modelo de negocio, en una nueva forma de abordar un problema o en el contexto donde la oportunidad fue detectada. No tiene que ser tecnología avanzada", sentenció.

El grado de novedad no se evalúa por lo inédito de la tecnología, sino por la pertinencia y el valor que aporta a una industria o segmento específico, abriendo la puerta a proyectos creativos que resuelvan necesidades sin depender de sofisticados desarrollos tecnológicos.

Los Errores No Forzados que Eliminan un Buen Proyecto

El representante de CORFO fue claro respecto a los principales tropiezos que suelen dejar a los proyectos fuera de competencia, incluso antes de la evaluación de fondo:

●       Caídas por Admisibilidad: Muchos quedan fuera por declarar ventas cuando el programa Inicia está diseñado específicamente para proyectos sin ventas.

●       Descripciones Genéricas: Las respuestas muy amplias impiden a los evaluadores asignar buen puntaje; se exige especificidad y foco.

●       Problemas Poco Específicos: Se debe evitar definiciones abstractas como "el cambio climático"; Corfo exige claridad contextualizada y evidencias reales que respalden la observación.

Respecto a postulaciones desde una fase de idea, Arias agregó que se acepta una idea de negocios, "pero debe existir conceptualización: cuál es el problema, cómo lo detectaron y qué evidencia respalda esa observación".

Un Llamado a la Proactividad del Biobío

Uno de los atributos más relevantes de Inicia es que no exige prototipo, ya que el fondo puede utilizarse justamente para validar una solución, realizar experimentos, construir un Producto Mínimo Viable (MVP) o ajustar el enfoque inicial. Esto convierte al programa en uno de los pocos instrumentos del país orientados al nacimiento de ideas innovadoras.

La apertura del Programa Inicia representa una oportunidad concreta para emprendedores locales que buscan transformar ideas en proyectos reales. En regiones como el Biobío, donde el ecosistema de innovación está creciendo aceleradamente, instrumentos como éste marcan la diferencia entre que un proyecto quede en el papel o consiga el impulso que necesita para nacer.

El desafío para quienes postulen será claro: profundizar en el problema, demostrar evidencia, explicar la novedad y proyectar un equipo capaz de desarrollar la solución. La invitación está hecha y el tiempo corre: la innovación del Biobío tiene nuevamente una puerta abierta para presentarse y competir a nivel nacional.