Opinión

Desarrollo silencioso

Rector Universidad Santo Tomás
Región del Biobío

Roger Sepúlveda, rector UST,
Roger Sepúlveda, rector UST / FUENTE:

La educación técnica es la columna vertebral del desarrollo silencioso de Chile. No siempre aparece en los titulares, pero sostiene hospitales, empresas, municipalidades y familias. Convierte competencias en soluciones concretas: procesos más seguros, menos esperas y mejores productos y servicios. Su impacto es territorial: se queda en barrios y campos e impulsa productividad y bienestar.

Esta semana, en Los Ángeles, casi mil estudiantes de Santo Tomás recibieron su título universitario profesional o técnico. Ninguno de ellos fue entregado en una simple ceremonia; cada diploma fue la confirmación de una promesa entre estudiantes, familias y docentes. Todos ellos salen con una "caja de herramientas" para aportar a la provincia de Biobío sus nuevas competencias. Cuando el talento se forma y se queda en el territorio, el desarrollo se vuelve práctica cotidiana.

¿Qué explica la pertinencia de esta formación? En Santo Tomás el proceso conecta aula y realidad desde el primer semestre. La vinculación con el medio estructura prácticas, proyectos y evaluaciones auténticas. Estudiantes y académicos trabajan con municipios, hospitales, pymes y organizaciones sociales para diagnosticar problemas y aplicar mejoras reales. Así se aprende haciendo y sirviendo.

La Innovación Social complementa ese enfoque y le da un norte ético. Innovar no es acumular dispositivos, sino comprender dolores, prototipar respuestas y medir impacto con la comunidad. Nuestros estudiantes interactúan con usuarios reales: diseñan ayudas para personas mayores, optimizan flujos en salud y crean herramientas para microemprendimientos.

Este hacer con sentido se sostiene en un marco valórico que da identidad. La Excelencia y el Esfuerzo recuerdan que la calidad exige método y mejora continua. La Fraternidad y la Solidaridad afirman que nadie aprende ni trabaja solo. El Amor a la Verdad guía la ética profesional: medir con rigor e informar con transparencia. Y el Respeto y la Inclusión aseguran trato digno en aula, taller y servicio.

Biobío necesita ese capital humano: competente, confiable y con sentido público. Las empresas requieren técnicos y profesionales que instalen estándares y mantengan equipos críticos. Salud y educación exigen combinar trato humano con rigurosidad técnica. La educación técnica agrega velocidad de implementación y movilidad social.

Las titulaciones de esta semana, por tanto, son un punto de partida. El trabajo cambia con rapidez y la actualización permanente será parte de la vida profesional. Santo Tomás acompañará ese trayecto con formación continua, redes de egresados y alianzas con empleadores. Lo hará con la lógica que nos trajo hasta aquí: pertinencia territorial y colaboración.

A las y los titulados de Los Ángeles: lleven su provincia en la mente y en las manos. Que cada procedimiento bien hecho y cada proyecto a tiempo demuestren que la educación técnica y profesional construye ciudadanía. A los empleadores: confíen y conformen; la productividad crece cuando la empresa se vuelve aula. A las autoridades: cuidemos el ecosistema que une educación, trabajo y desarrollo humano.

Roger Sepúlveda Carrasco

Rector Universidad Santo Tomás

Región del Biobío.

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