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Columnista

Un estadio limpio: lo que los hinchas japoneses nos vinieron a enseñar

Frano Giakoni Ramírez

Director de la carrera de Entrenador Deportivo
Universidad Andrés Bello

por Frano Giakoni Ramírez

En el Estadio Nacional, tras el pitazo final del partido entre Chile y Japón por el Mundial Sub-20, ocurrió algo que debería hacernos pensar más que el resultado mismo: los hinchas japoneses, con bolsas en mano, comenzaron a recoger la basura de las graderías. Latas, papeles, botellas.

Todo lo que normalmente queda esparcido como rastro inevitable de la pasión, ellos lo transformaron en un gesto de respeto y responsabilidad. No es un hecho aislado, es parte de su cultura, y por eso resulta tan potente al verlo en nuestro país.

En Chile estamos acostumbrados a otra postal. Gradas llenas de desperdicios, butacas cubiertas de plásticos, y cuadrillas de limpieza entrando a hacer lo que la hinchada nunca consideró como tarea propia. Lo que para nosotros parece normal, para los japoneses es impensable. Su comportamiento nos recuerda que el deporte no termina con el último gol o el silbato del árbitro: continúa en cómo habitamos y cuidamos el espacio que compartimos.

La diferencia cultural es evidente. En Japón, desde la escuela se enseña que cada individuo es responsable del entorno, que la limpieza es un valor colectivo y que no se delega lo que cada uno puede hacer. En nuestros estadios, en cambio, el fervor suele justificar todo: insultos, violencia, destrozos y, en este caso, basura. Esa brecha no es menor, porque revela que nos falta madurez como cultura deportiva y como ciudadanía.

Más allá del aplauso a los hinchas japoneses, lo que deberíamos preguntarnos es por qué en Chile no surge de manera natural este tipo de conductas. ¿Por qué seguimos creyendo que la responsabilidad termina en cantar y alentar? El deporte es escuela de valores, pero solo si nos permitimos aprender de ejemplos como este.

Un estadio limpio no es un detalle estético. Es símbolo de respeto hacia quienes vendrán después, hacia los trabajadores que cuidan esos espacios y hacia la ciudad que los sostiene. Es, en definitiva, un recordatorio de que la pasión no tiene por qué estar reñida con la responsabilidad.

Los japoneses nos mostraron que ser hincha es también hacerse cargo. Quizás es hora de que en Chile entendamos que, si queremos un deporte que forme cultura y no solo espectáculo, debemos empezar por lo básico: no dejar basura tras de nosotros.

Frano Giakoni Ramírez

Director de la carrera de Entrenador Deportivo

Universidad Andrés Bello

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