Opinión

Adicciones, problema presente y futuro

luis rozas m,
luis rozas m / FUENTE:

He querido abordar un tema sensible, frecuente y creciente motivo de consulta clínica: me refiero a las adicciones, sea esta de alcohol, drogas o diversas sustancias, cuya raíz psicológica es compleja y contiene una combinación variable de factores emocionales, experiencias traumáticas, vulnerabilidades individuales y patrones de pensamiento disfuncionales.

Los factores psicológicos presentes en esta conducta adictiva nacen de una constante lucha con un dolor emocional, un cuadro de estrés o ansiedad y baja autoestima, buscando llenar un vacío inexplicable que impulsa al consumo, en donde subyace, además, un entorno social/familiar deficiente o disfuncional, traumas, experiencias adversas, una mala gestión emocional, búsqueda de sensaciones fuertes y una permanente necesidad de evadir la realidad.

La mente acelerada de un adicto busca el placer instantáneo, no soporta la espera, no tiene tolerancia a la frustración y requiere que su necesidad sea satisfecha al instante. Una vez hecho el consumo, su cerebro activa el sistema de recompensa, liberando dopamina (neurotransmisor asociado al placer y la motivación), razón por la cual el consumo regular es valorado positivamente para sentirse bien.

Cuando la adicción se ha instaurado, se busca mantener presente y en alto el placer, pero esta sensación es normalizada por el organismo, que comienza a liberar menos cantidad de dopamina. Esta situación empuja a la persona a consumir mayor cantidad para obtener el mismo efecto placentero de antes, con lo cual puede fácilmente caer en excesos, tener problemas legales y conducirse a la muerte.

Del consumo esporádico a la adicción personal hay un trecho corto, por eso es importante detectar ciertos cambios, tales como aparición de nuevos amigos, mala presentación, vocabulario, irritabilidad, poca o nula disciplina, irresponsabilidad, bajo rendimiento académico, desorganización, subida o bajada brusca de peso, uso constante de gotas para los ojos, chicles, perfumes, aislamiento y también la desaparición de cosas o dinero en el hogar, entre otros.

El adicto es habitualmente manipulador y miente abiertamente para conseguir su objetivo de consumo, donde no cabe la ética o el remordimiento. Por ello, la detección temprana y poner límites pueden ayudar en gran medida al correcto abordaje clínico multidisciplinario, que incluye, entre otros, a profesionales de la psicología, psiquiatría, nutricionista, terapeuta ocupacional, etc., quienes diseñan un plan de intervención caso a caso.

Quien ha caído a este pozo profundo se encuentra atrapado dentro de su propia conducta, víctima de sí mismo, de la relativización mediática y de la minimización social que existe en torno al consumo indiscriminado. Por eso la educación y el apoyo emocional son importantes para ayudar en la rehabilitación, pero también lo es la voluntad de mejorar y tomar conciencia. Actuar a tiempo puede hacer la diferencia... hazte cargo, el futuro depende de lo que hagas hoy. ¡Que tengas un maravilloso día!

Luis Rozas Mardones

Psicólogo

Etiquetas:




matomo