En un par de días, el miércoles para ser más precisos, concluye el mes de abril (que ya no es "lluvias mil"), y que, por la importancia de la celebración del Día Internacional del Libro, ahora denominamos "el Mes del Libro". Durante treinta días se han efectuado en todo el país variadas actividades en torno al libro: recitales poéticos, exposiciones, presentaciones de libros, ferias del libro, campañas publicitarias con liquidaciones y ofertas especiales, entre otras interesantes iniciativas, con el propósito de incentivar la lectura desde los más pequeños. Y junto a esta celebración acontecieron hechos lamentables como la muerte del gran escritor peruano y del mundo, Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, el domingo 13, a los 89 años.

En el año 1988, la UNESCO (sigla que traducida al idioma español significa Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) promovió la celebración internacional del libro cada 23 de abril con el objetivo de fomentar la lectura, también la industria editorial y proteger la propiedad intelectual por medio del derecho de autor.      

La decisión se tomó para relevar que coincidentemente el 23 de abril de 1616 murieron Miguel de Cervantes Saavedra, Inca Garcilaso de la Vega y William Shakespeare.

Cervantes, el autor de El Quijote, es considerado una de las máximas figuras de la literatura española. Su novela, cuya primera parte fue publicada a comienzos de 1605, con el título de "El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha", es descrita como una de las mejores obras de la literatura universal.

Inca Garcilaso de la Vega, cuyo nombre real era Gómez Suárez de Figueroa, fue un escritor, historiador y militar nacido en el territorio actual del Perú que murió en Córdoba, España. Es preciso señalar que no hay que confundirlo con el poeta español del Siglo de Oro, Garcilaso de la Vega, que murió en Niza, el 14 de octubre de 1536, 0chenta años antes.

A William Shakespeare, autor de "Hamlet", "Romeo y Julieta", "Otelo", "El rey Lear", "El sueño de una noche de verano", entre otras obras, se le considera el escritor más importante en lengua inglesa y uno de los más célebres de la literatura mundial.

No hay certeza de que los tres hayan muerto el mismo día. Cervantes habría fallecido el 22 de abril y enterrado al día siguiente. Shakespeare según el calendario juliano murió el 23 de abril, que corresponde al 3 de mayo en el gregoriano, y se supone que el día en que cumplió 52 años.

Pero la fecha es significativa y sirve para cumplir los preceptos de la UNESCO, data que también coincide con el nacimiento o la muerte de otros autores prominentes. En Chile, el 23 de abril de 1882 nació en Valparaíso el novelista y cuentista Augusto D'Halmar, a quien en 1942 se le otorgó el Premio Nacional de Literatura, distinción que fue creada el 9 de noviembre de ese año durante la presidencia del radical Juan Antonio Ríos Morales.

Resulta sugerente, además, que el nombre del mes (abril) provenga del latín "aperire", que significa "abrir", lo cual invita a abrir un libro. Es de esperar que no se haga realidad lo que alguna vez dijo don Andrés Bello: "Escriba joven sin miedo, que en Chile nadie lee", sino que esta conmemoración sirva para que, durante todo el año, no solo en abril, se promueva e impulse la lectura, que no sea obligada, que nazca como una necesidad, que leer sea un acto voluntario, espontáneo, además de atractivo, agradable, ameno y que, parodiando al tango, leer sea un placer.

Que se cumpla, también, el objetivo de destacar y rendir un homenaje a los autores de libros en todos sus géneros, editores, libreros, agentes literarios (¡qué importantes son!, un ejemplo es la española Carmen Balcells en la vida de Vargas Llosa); reconociendo además a las y los bibliotecarios como promotores del libro y la lectura y a todos quienes hacen del libro un magnífico y fundamental instrumento del pensamiento humano.

Zenón "Cheno" Jorquera

Concejal de Los Ángeles