Ya se acerca del 17 de diciembre, fecha en que se realizará el Plebiscito Constitucional 2023.  No sabemos el resultado pero sí sabemos que será un tiempo difícil para el diálogo entre los chilenos. Posiciones polarizadas, diálogos de sordos y un constante esfuerzo por reafirmar las propias ideas es en general el ambiente que nos rodea tras las ya frecuentes votaciones. A veces es bueno recordar cómo se construye un sano diálogo ciudadano, el esfuerzo y la búsqueda consciente que implica.

En la fundación Voces Católicas trabajamos en comunicaciones, procurando facilitar la transmisión de la fe y promoviendo el diálogo y el respeto por quienes piensan distinto.  Los 10 principios de comunicación que usamos son aplicables a diversos ámbitos, es por ello que puede resultar de interés compartir algunos de ellos, preparándonos para los días que nos vienen por delante.

El primero apunta a ser capaces de buscar la intención positiva detrás de la crítica . En vez de pensar en los argumentos que vas a tener que rebatir, piensa en los valores que están detrás de ellos, buscando su "intención positiva" y "los espacios comunes" que hay entre tu posición y la del otro y comienza hablando desde ahí

Otro principio que puede contribuir a una buena comunicación es buscar aportar luz, no calor Si acudes a una discusión con esa intención el énfasis será completamente diferente. Escucharás con atención la opinión del otro por mucho que estés en desacuerdo. Tu objetivo será dejar que entren rayos de luz sobre el tema, y así abrir la discusión, respetando el punto de vista del otro pero manteniendo el tuyo. Intentarás no subir el tono de la conversación para no llegar a una discusión acalorada.

También resulta importante considerar que la gente no se acuerda de lo que has dicho, pero sí de cómo les has hecho sentir. Muchas veces las palabras se olvidan, pero los sentimientos permanecen. Recordamos más cómo nos han hecho sentir o nos han tratado que  los argumentos que nos dieron. Un ambiente cálido y de acogida sin duda es terreno fértil para un diálogo respetuoso. Ojalá que más que preocuparnos tanto por dar argumentos lúcidos, busquemos utilizar  palabras que sean fácilmente  entendidas y que ayuden a aclarar los asuntos.

A veces en el diálogo sentimos que nuestros valores más preciados están siendo amenazados. Nos produce frustración cuando otros rechazan o ignoran lo que les estamos compartiendo. Sin embargo, ese sentimiento puede que también lo este sintiendo el otro al plantear sus argumentos por lo tanto una actitud compasiva favorece el ambiente de respeto.

Solo he nombrado algunos simplemente para constatar la realidad de que el diálogo requiere esfuerzo y determinación.  Esfuerzo por ponerse en el lugar del otro y determinación para cavar el terreno hasta encontrar lo que tenemos en común.

María de los Ángeles Errázuriz

Directora ejecutiva fundación Voces Católicas