Opinión

¿Qué se espera para un cambio de timón?

Profesor-Juan-Bustamante-M.-1-1,
Profesor-Juan-Bustamante-M.-1-1 / FUENTE:

Como ya sabemos - y no podría ser de otro modo, por esto de las relaciones causa / efecto que se dan en todo tipo de hechos y fenómenos -, existe una directa relación entre los estereotipos docentes existentes y los estilos de liderazgo que se ejercen en los centros de enseñanza. Y así sucede que a un liderazgo de tipo autoritario le sobrevienen algunos tipos docentes como los ejecutores (o, como hemos sostenido, logocentristas, individualistas, doxas, buscadores de aprobación, copistas de todo cuanto estimen pueda ser funcional a sus propósitos personales) y los implementadores (o diletantes, que no se de diferencian mucho de los enseñantes de la tipología anterior, toda vez que son tan logocentristas como aquéllos); así como los agentes curriculares o docentes epistémicos devienen, en lo que corresponde, de los estilos democráticos de liderazgo, quienes, por extensión, son paidocentristas, es decir, centrados en las personas de los estudiantes, a los que, desde una mirada holística, consideran la fuente global, profunda y natural de todos sus objetivos educativos y el principio y el fin de su quehacer docente en función del desarrollo integral de éstos, concibiendo las bases curriculares o programas de estudio, por lo tanto, como un medio para y no como un fin en sí mismas - esto último, al decir de los ejecutores e implementadores -, del mismo modo que leales (y no incondicionales) a los liderazgos pedagógicos que estén dándose en un determinado centro de enseñanza.

Sin embargo, el tema del impacto de los estilos de liderazgo en el quehacer docente - para bien de unos y mal de otros, qué duda cabe - no termina precisamente ahí, toda vez que los tipos docentes, a través del desarrollo del acto educativo o acto pedagógico (es decir, de las enseñanzas antepreáulicas, preáulicas, áulicas y post áulicas), se proyectan cotidiana e inevitablemente a la población educando atendida, llegándose, en consecuencia, a la consolidación de estereotipos discentes específicos muy diferenciados los unos de los otros. Es por tal motivo (y no es de extrañar que así sea) que de pronto marcan notoria presencia - esto, según el enfoque de aprendizaje adoptado por los mismos para enfrentar sus distintas responsabilidades escolares - los denominados estudiantes superficiales, estratégicos y profundos; una suerte de mentís, por cierto, para aquello que no se quiere ver.

Es así que los denominados alumnos superficiales - simplistas por naturaleza, puesto que todo lo ven desde las perspectivas propias de los docentes doxa -, son los que carecen de todo compromiso con lo que significa la construcción de un futuro personal desde y para el desarrollo profundo de sí mismos; resultando ser, en lo que se precisa, un típico fruto de modelos logocentristas de enseñanza derivados de estilos de liderazgo opuestos a todo compromiso con las ideas de desarrollo integral discente. Los estratégicos, por su parte - tan producto de modelos educativos logocentristas de enseñanza como los anteriores -, se caracterizan por ser unos muy atentos observadores de las preferencias programáticas de los docentes, de modo que enfrentados a un proceso de evaluación, ponen especial acento en aquellos contenidos (son logocéntricos o contenidistas, hemos dicho) de mayor agrado para sus profesores, llegando a obtener resultados más que satisfactorios y suficientes para ellos, dadas sus bajas expectativas de desarrollo integral también. Así como los profundos son, finalmente, los que trascienden todas las fronteras que los comprimen: las de sí mismos, las de sus enseñantes y las de sus familias - incluso las programáticas de su grado y nivel escolar -, con el fin de llegar a ser individuos integrales en el sentido más profundo del término y exitosos desde el punto de vista su realización personal y deberes asumidos con la sociedad.

Es que la educativa es una tarea de suyo tan compleja, que no debería estar, pero en modo alguno, expuesta a compromisos subalternos de ninguna índole, en función de manifestarse como la ciencia y arte que ha sido siempre.

(*) Ex presidente y actual secretario de la Afdem Los Ángeles

Ex docente, ex director de colegio y ex académico

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