En este año el Día Internacional de la Enfermería está enmarcado en el contexto de declaración por parte de OMS como el año de las enfermeras y enfermeros, fecha en la que se cumple el bicentenario del nacimiento de Florence Nightingale para pedir a los gobiernos, los profesionales sanitarios y los usuarios de los servicios, que valoren a las enfermeras y aboguen por su liderazgo para prestar cuidados de la mejor calidad.

A 200 años del nacimiento de Florence, la recordamos como la madre de la enfermería moderna dado el impulso que dio a la profesionalización del cuidado, tras otorgar por primera vez una base científica propia a la disciplina desde la teoría del entorno. Esta última, que dignifica al ser humano en su particularidad e individualidad, lo que vinculado al valor sello de Santo Tomás respeto e inclusión, cada persona es digna en sí misma, por lo que se acoge positivamente las particularidades y diferencias individuales, que manifiestan la identidad de cada uno y la riqueza de la diversidad.

Lo anterior, un valor que Florence evidenció en la guerra de Crimea escribiendo: Nunca he podido compartir - escribía - el prejuicio sobre la indolencia, la sensualidad y la ineptitud del soldado. Al contrario, creo [...] que nunca he conocido a una gente tan receptiva y atenta como el del ejército. Si se les ofrece la oportunidad de enviar dinero a casa de manera rápida y segura [...] lo harán. Si se les ofrece una escuela, asistirán a clase. Si se les ofrece un libro, un juego y una linterna mágica, dejarán de beber. Así, además de supervisar la asistencia a los pacientes, escribió cartas en nombre de los soldados, organizó un sistema para enviar dinero a sus familias y proporcionó juegos y cuartos de lectura a los convalecientes.

Hoy en día el Covid-19 ha provocado que la atención se centre aún más en la labor de las enfermeras. En sus funciones de cuidar, curar, educar, liderar y defender, las enfermeras son fundamentales de cara a prestar cuidados seguros, accesibles y asequibles, las enfermeras de todo el mundo están desempeñando su vital labor cuidando de los pacientes a pesar de los evidentes riesgos reales que están corriendo a nivel personal. Florence estaría enormemente orgullosa de nuestras enfermeras en primera línea luchando contra el Covid-19 e igual de preocupada por su salud y su seguridad.