Regístrate Regístrate en nuestro newsletter
Radio San Cristobal 97.5 FM San Cristobal
Diario Papel digital
La Tribuna
Columnista

¿Riesgo en el desarrollo de un niño?

Leslia Jorquera

Jessica Muñoz Montes

Kinesióloga y magíster en Educación Superior

Académica Kinesiología USS

por Leslia Jorquera

Durante los primeros años de vida el niño va adquiriendo de forma progresiva y constante diversas habilidades en las distintas áreas de desarrollo, como: las habilidades sensorio motoras, las conductas sociales y de interacción con el medio. Estas extraordinarias adquisiciones que el niño va experimentando mes a mes, son manifestación de como el Sistema Nervioso Central (SNC) va madurando en forma adecuada.

Las habilidades sensorio motoras, como la habilidad de mantenerse de pie logrando jugar, y las conductas sociales, tales como lograr que se desenvuelva con sus pares o que logre manifestar expresiones afectivas, señalan clínicamente que existen etapas definidas  e identificables en su desarrollo que se podrían apreciar de forma objetiva.

En el área de la salud, llamamos “hito del desarrollo” a aquella habilidad identificable y que marcan una nueva etapa. Para considerar un hito como alcanzado, debe estar de forma permanente y no sólo casual.

Otro aspecto a estudiar en el niño es el “plazo” de tiempo que demora en adquirir dicho hito de desarrollo, ya que presentamos rangos de adquisiciones muy variables, por ejemplo, que el niño camine a los 10 meses o que lo logre a los 14 meses. Esto no quiere decir que el niño que lo ha logrado a los 14 meses tenga un riesgo en su desarrollo, al contrario, se maneja como mes límite dentro del rango esperado para dicha adquisición. Ahora bien, si un niño lo adquiere a los 16 ó 17 meses,  pasa a ser considerado como un riesgo y a determinar si se considera un retraso.

Es importante aclarar que en esta área clínica del desarrollo de las “habilidades”, autores nacionales e internacionales han establecido parámetros diferentes, tanto en las habilidades sensorio motora como en las conductas socio-afectivas. Es necesario recalcar que la información está al alcance de los padres y que es de real importancia que se eduquen frente al desarrollo de su hijo/a, ya que las brechas de adquisición de habilidades pueden orientarlos a considerar cuándo requieren una valoración de algún profesional capacitado del área y poder definir  algún comportamiento “atípico” del niño. Es aquí donde sugiero a los padres buscar especialistas que estén familiarizados con conceptos de neurodesarrollo o Vojta que cumplen con una visión acabada e íntegra de los aspectos mencionados, no tan sólo en la evaluación, sino también en enfoques de tratamiento.

Hoy es necesario un compromiso de los padres frente al desenvolver del niño en sus distintos ambientes como el hogar o el jardín. El saber cómo juegan, cómo ríen, cómo comparten, son preguntas que un clínico les va a realizar antes de una evaluación física. Y es fundamental que los padres tengan la respuesta y manifiesten su responsabilidad.

Jessica Muñoz Montes

Kinesióloga y magíster en Educación Superior

Académica Kinesiología USS

Síguenos: Google News
banner redes
banner redes banner redes banner redes banner redes banner redes

¿Quieres contactarnos? Escríbenos a [email protected]

Contáctanos
EN VIVO

Más visto