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Por: Natalia Barra Mariángel
Septiembre es un mes especial para los palomeros de Los Ángeles, y no solo por las tradicionales Fiestas Patrias, sino también porque marca el aniversario número 24 del sindicato que agrupa a estos emblemáticos comerciantes. La presidenta del sindicato, Juana San Martín, lleva más de 20 años trabajando en la Laguna Esmeralda junto a su familia, manteniendo vivo un oficio que perdura entre generaciones.
"Me crié dentro de un carrito como este que tengo yo, uno un poco más grande; me crié junto a mi padre, y desde ahí nace dedicarme a hacer lo mismo que hizo él", cuenta Juana, mientras recuerda los primeros pasos en el oficio que hoy la mantiene al frente de la asociación.
En entrevista con Diario La Tribuna, Juana San Martín, actual presidenta del Sindicato de Palomeros de Los Ángeles por segundo año consecutivo, relató que el camino recorrido es de gran orgullo familiar: "El sindicato está cumpliendo 24 años de vida. Mi papá y un comerciante muy reconocido de la ciudad, Pedro Aguilera, lo fundaron juntos. Yo llevo 15 años siendo parte; a los 18 años solicité permiso y entré a trabajar. Además, hay muchos colegas en el sindicato con largas trayectorias a destacar".
A lo largo de estas más de dos décadas, Juana y sus compañeros han mantenido viva la tradición familiar, enfrentando meses buenos y malos. Cada integrante del sindicato mantiene un oficio que no solo genera ingresos, sino que también forma parte del patrimonio cultural de la comuna, siendo un símbolo reconocido y valorado por toda la comunidad angelina.
SABORES Y TRADICIÓN
Desde muy pequeña, Juana San Martín conoció el oficio de los palomeros de Los Ángeles de una manera muy particular: dormía dentro de un carrito más grande que los actuales, aprendiendo los secretos de un trabajo que sería su vida. "Me crié junto a mi padre, y desde ahí nace dedicarme a hacer lo mismo que hizo él", recuerda mientras acomoda los utensilios en su carrito, en la emblemática Laguna Esmeralda, donde los angelinos se acercan principalmente cada fin de semana para disfrutar de este clásico panorama.
Con la llegada de septiembre, Juana y sus colegas se preparan para "Fiestas Patrias: Tradición y Familia", el evento organizado por la Municipalidad de Los Ángeles que se realizará en el Polideportivo entre el 17 y 21 de septiembre. Para los palomeros, el espacio cubierto significa libertad frente al clima y la posibilidad de recibir a numerosos visitantes que, año tras año, buscan sus tradicionales carritos de palomitas, manzanas confitadas y algodones de azúcar.
MÁS DE DOS DÉCADAS DE HISTORIA
Cada 2 de septiembre, el Sindicato de Palomeros celebra su aniversario junto a la comunidad. La festividad se ha convertido en un evento emblemático de la comuna, en el que se rompe un récord: se entregarán más de 3.000 unidades de palomitas en el centro de la ciudad, como una forma de agradecer a los vecinos por su apoyo constante a lo largo de los años.
Juana San Martín, presidenta del sindicato, explica que esta actividad es un gesto de gratitud: "Esto es para darle las gracias a la comunidad por siempre preferirnos y por todo este tiempo que nos compran", señala, resaltando el vínculo entre los palomeros y los angelinos.
La preparación de la celebración del aniversario 24 requiere un trabajo conjunto entre todos los integrantes del sindicato. Cada miembro aporta su esfuerzo para gestionar las compras y la logística del evento, asegurando que las palomitas lleguen a manos de los vecinos de manera ordenada y en la cantidad prevista.
DISTINTOS PUNTOS DE VENTA
Este mes marca el período de mayores ventas para los palomeros de Los Ángeles, ya que la comercialización de palomitas, manzanas confitadas y algodones de azúcar se ha convertido en un clásico tan tradicional como las empanadas, los anticuchos y el mote con huesillo durante las Fiestas Patrias.
"Es nuestro mes, porque se incrementan las ventas: nuestros productos son típicos chilenos, muy reconocidos y la gente los prefiere. Además, nos organizamos para dividirnos las actividades: cada socio tiene su punto de venta y nadie se queda sin trabajar. Hay colegas en calle Colón, en el cementerio, por lo que siempre hay movimiento", explicó la presidenta del sindicato, Juana San Martín.
El gremio también planifica cuidadosamente su participación en los distintos eventos, definiendo qué actividades atenderá cada integrante. En años anteriores, el municipio ha colaborado ofreciendo espacios en las fondas que se realizaban en la Cancha Kennedy, ubicando a los palomeros en la entrada del evento con sus once carros, lo que permitió garantizar oportunidades de venta para todos.
Este año, los integrantes del sindicato fueron considerados en la "Fiestas Patrias: Tradición y Familia" que se realizará en el Polideportivo, asegurando que puedan trabajar sin depender del clima y llegar a un público más amplio, manteniendo viva la tradición y consolidando su presencia en la comuna.
EL RESTO DEL AÑO Y LAS BAJAS VENTAS
Aunque los palomeros de Los Ángeles participan en distintas actividades durante el invierno -como la celebración del Día del Niño, la salida a vacaciones de los niños y eventos organizados por diversas agrupaciones- las ventas tienden a descender en esta época. "Mi papá siempre me enseñó una regla muy clara: en el tiempo bueno hay que ahorrar mucho, porque hay meses en invierno en que no salimos por las lluvias", relata Juana San Martín.
Ahorrar durante los meses de mayor movimiento es clave para los integrantes del sindicato, quienes confían en que este año será más provechoso que los anteriores. Las bajas ventas por la escasa afluencia de público son un desafío recurrente, pero hoy se encuentran en un escenario positivo y optimista.
Con entusiasmo y a la espera de mejores condiciones climáticas, los palomeros se preparan para recibir a sus clientes habituales durante las Fiestas Patrias. Cada carrito representa un esfuerzo que va más allá de vender palomitas; es también un símbolo de tradición y cultura local.
Los angelinos reconocen estos clásicos carros y sus ubicaciones en diversos puntos de la comuna, manteniendo así un oficio que atraviesa generaciones y que mantiene viva la identidad de la ciudad.
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