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La Tribuna

Las historias de los futuros oficiales y suboficiales del Ejército de Chile

por Claudia A. Fuentes Riveros

En visita de instrucción en Los Ángeles, los jóvenes abordaron detalles de su formación en las Escuelas Militar y de Suboficiales, instando a sus pares a considerar esa opción profesional y de vida.

Los subalférez Pablo Soto Campos y Javiera Guardia Olguín; el mayor de Ejército, Claudio Rosas Arias, y los cabos dragoneantes Ianko Toledo González y Nicole Reynero Chávez. / Diario La Tribuna

Con el objetivo de promover el ingreso de más jóvenes a las escuelas matrices, un grupo de futuros oficiales y suboficiales del Ejército de Chile visitó las dependencias de diario La Tribuna para contar parte de su experiencia militar, e instar a otros jóvenes a tomar está opción profesional y de vida.

En la ocasión estuvieron acompañados por el mayor de Ejército, Claudio Rosas Arias, asignado recientemente al Destacamento de Montaña N¨17 Los Ángeles. "Todos aquellos jóvenes que quieran convertirse en líderes y tomar la decisión de ser parte de están hermosa institución, para poder cuidar a sus seres queridos y a este país, están cordialmente invitados", manifestó.  

"Somos una verdadera familia, estamos muy preocupados siempre por el bienestar de nuestro personal, de mantener los valores que tanto nos caracterizan como son el honor, el compañerismo, el liderazgo. Pasé por la escuela militar y volvería a tomar esta decisión una y mil veces", agregó el mayor Rosas.

Detalló que próximamente tanto la Escuela Militar, como la de Suboficiales, abrirán sus procesos de postulaciones, fechas y exigencias que podrán ser conocidas en sus sitios web, o a través de las redes sociales del Ejército de Chile.

LOS TESTIMONIOS

De visita de instrucción en Los Ángeles, el subalférez Pablo Soto Campos, contó parte de su proceso personal que lo llevó a adoptar la carrera militar, después de estudiar Pedagogía en Historia en la Universidad.  "No provengo de una familia militar, el único más cercano es un primo segundo de mi mamá, que es suboficial en retiro.  Usualmente pensaba cuando estaba en cuarto medio, que iba a egresar, entrar a la Universidad y sacar una carrera, y así seguir lo que está establecido siempre, lo más común dentro de lo que uno conocía.  Pero mientras iba estudiando me di cuenta que quería ser militar, gracias al señor se me dio la oportunidad de estudiar en la Universidad, terminé mi carrera, postulé a la escuela y empecé a conocer cosas que nunca había pensado que eran del Ejercito", contó.

El alférez Soto manifestó que existía una vocación de docencia, pero siempre sintió que quería ser algo más. "Estudié para ser profesor, había vocación por la docencia, pero también sabía que quería hacer algo más, que de otra forma quería aportar, y vi en mi sueño de ser militar la oportunidad de abordar otras áreas que quizás como profesor estaba limitado a la institución educativa.  Aquí he podido enseñar pero también, compartir con mis camaradas, e ir aprendiendo más, conociendo mi país, que voy a estar protegiendo y cuidando, ha sido una experiencia muy buena".

En la misma línea, la subalférez Javiera Guardia Olguín, detalló parte de su proceso para adoptar el uniforme, tras pasar por la Escuela Naval, y la Universidad.  "Mi proceso fue un poco más largo de lo normal, uno espera salir de cuarto medio, seguir tal vez una carrera universitaria.  En mi caso, salí el 2017, y el 2018 tomé la decisión de entrar a la Escuela Naval, como cadete, en Playa Ancha, por cosas del destino, después entré a la Universidad, estudié Tecnología Médica y ahí me di cuenta que extrañaba la vida militar y que necesitaba algo que me afirmara eso, y conocí todo lo que es la Escuela Militar".

"Tomé la decisión de entrar y no me arrepiento para nada, es una de las mejores experiencias, me ha brindado cosas que quizás como civil no las hubiese podido hacer. Uno entra en una familia diferente, vivencias diferentes, el régimen de internado lo hace diferente, son experiencias demasiado llenadoras para uno, nos deja mucha enseñanza, en cuanto en cómo afrontarnos la vida, a enseñarnos otro tipo de madurez, cómo afrontar ciertas situaciones, que a la larga son importantes para nosotros como personas.  Es una formación mucho más integral, valórica, ya sea física, intelectual, en todo sentido es súper gratificante".

A diferencia de su compañero, Javiera proviene de una familia ligada las Fuerzas Armadas, y de ellos recoge toda la disciplina que es propia de la vida militar.  "Todo lo que uno hace en la vida, tiene ciertas dificultades, el régimen, cambiar de una vida civil, a una disciplina, al principio cuesta por eso es importante hacer el cambio físico como psicológico, previamente", recomendó.

"Lo que más me enorgullece es llegar a donde estoy, me han tocado muchas situaciones difíciles en la vida, si bien conté que he tenido varias experiencias, creo que todo aporta, no considero tiempo perdido, y llegar donde estoy en este tiempo, que es hoy, me enorgullece a mí como persona, y a mi familia", contó.

SUBOFICIALES

Representando a la Escuela de Suboficiales, también visitaron La Tribuna, los cabos dragoneantes Ianko Toledo González y Nicole Reynero Chávez, ambos en segundo año de formación.  "Llegamos el 4 de abril a Los Ángeles, estamos hasta el día 24 de abril en la zona, y es un periodo para tener experiencia en terreno", contaron.

Respecto a la decisión de ingresar a la Escuela de Suboficiales de Ejército, Ianko Toledo contó que fue un sueño de pequeño, cuando veía la Parada Militar.  "Siempre me llamó la atención la disciplina de los militares en la Parada Militar, y siempre quise llegar a ser como ellos, el año pasado esto se cumplió y fue una sensación única.  Estar en la Escuela es una experiencia única, un desafío grande, donde uno aprende virtudes militares, disciplina y constancia", remarcó.

Por su parte, Nicole Reynero mencionó que su motivación es contar su propia historia, ya que proviene de una familia ligada al Ejército.   "Un día tomé la decisión de hacer el servicio militar y así poder contar mi propia historia, esto fue lo que me impulsó para ingresar a la Escuela.  Me motiva ayudar a las personas, enseñar, aportar, eso es muy satisfactorio", cerró.

Este año, 240 jóvenes (192 hombres y 48 mujeres) de un total de 2.334 inscritos, ingresaron a la Escuela Militar, mientras que la Escuela de Suboficiales de Ejercito, recluta anualmente a unos 600 jóvenes para su proceso de formación. En ambos casos, iniciarán próximamente su reclutamiento, información que estará disponible a través de los sitios web www.escuelamilitar.cl y www.escueladesuboficiales.cl

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