Regístrate Regístrate en nuestro newsletter
Radio San Cristobal 97.5 FM San Cristobal
Diario Papel digital
La Tribuna

Fernando Yáñez: Un aporte a la cultura de la provincia de Biobío

por Sebastián Díaz

El cantor y payador ha dedicado su vida a la música y actualmente, viviendo en Tucapel, se dedica a enseñarle a los niños de la zona. "Para mí la paya es una filosofía de vida.

Fernando Yáñez, cuenta que “yo nací en Chillán, porque en 1950 allá iban las mamás a tener las guaguas, aunque a la semana ya estaba en Campanario, el pueblo que me crió, me hizo crecer y el que hasta el día de hoy me cobija. Campanario queda de cordillera a mar y de norte a sur en la mitad de nuestro Chile”.

Cuenta que la primera vez que tomó una guitarra fue a los ocho años “en la torre de electrificación que estaba entre la estación y mi casa y canté una canción de Atahualpa Yupanqui, folclorista argentino y nunca más solté la guitarra”.

Relató que así comenzó su etapa en la musica. “Estuve cantando por uno y otro lado con mi hermano Pedro que también es cantor y payador. Me fui a Santiago, a la escuela de Arte y Oficio, después de pasar por un montón de colegios y llegué a allá en un momento hermoso, maravilloso, donde se formó la peña de la Universidad Técnica del Estado y yo cantaba con mi hermano Pedro, cantamos todo el año 66’”.

Al año siguiente, según relató, dejó de cantar con Pedro y se dedicó a hacerlo solo. “Él creó ahí el conjunto Inti Illimani, que todo el mundo lo conoce”, dijo.

Además, agregó que “a esa peña llegaba un caballero con pelo cano, a veces cantaba solo, a veces con su señora, la emita. Yo decía ‘¿cuándo hizo esa canción? ¿Cómo lo hizo tan rápido?’ y él era un improvisador, un payador, Lázaro Salgado y tuve la suerte de conocerlo a mis 16 años. Nunca más solté la guitarra hasta 1973”, afirmó el artista.

Relató que por motivos políticos debió dejar la música e incluso tuvo que afeitarse porque “en ese tiempo las personas de barba éramos muy peligrosas y sospechosas”.

UN GOLPE DURO

Fue en 1984 cuando retomó el canto, “de ahí no lo solté más. Ahí creé, junto con quien fue el amor de mi vida, mi pololita desde los 16 años, Diana Espoz, creamos el dúo ‘Agüita clara’, que estuvimos cantando por todo Chile, fue maravillosa. Ella está en el cielo desde el 2002 y yo de ahí que no dejé ni de cantar, ni de payar”.

Así, se acercó a los mejores payadores del país, como su hermano Pedro, Santos Rubio, Alfonso Rubio, Jorge Yáñez, Eduardo Peralta. “Para mí la paya es una filosofía de vida, porque uno no puede abrir la boca si no sabe a dónde quiere llegar”.

Por lo mismo, dice que le solucionó miles de problemas y le abrió millones de caminos en la vida, porque “payar no es otra cosa que conversar en verso y es lo que hago hasta el día de hoy”.

SU APORTE A LA EDUCACIÓN

Relató que estuvo trabajando en Los Ángeles contando cuentos a los niños, haciendo talleres de creatividad en el Colegio San Gabriel Arcángel, en el Colegio Padre Hurtado, en el Beato Damián, en el Woodland, en Huépil en el San Diego de Alcalá y hoy hace lo mismo en tres colegios de la comuna de Cabrero. “Todo esto me ha hecho muy feliz”, detalló.

En ese sentido, explicó que los niños reaccionan de una manera maravillosa y lo hacen así porque no conocen la paya y una vez que lo hacen les gusta. “Ellos se sienten identificados. Para mí la educación se mejora con dos disciplinas, una es la educación física, porque es la disciplina que te obliga a encontrar un mayor equilibrio en el cuerpo; y la otra es el arte, en cualquiera de sus expresiones, porque obliga a encontrar el equilibrio en el alma. Habiendo un equilibrio en el cuerpo y el alma, hay seres humanos creativos, que tienen sensibilidad, que van a estar por lógica todo lo que signifique un mal vivir”.

Yáñez fue uno de los cuatro artistas de la provincia de Biobío en recibir en premio regional de arte “Violeta Parra”, en ese sentido, destacando el nombre de la artista de la que este año, se celebró su natalicio 100, manifestó que “ella lo que hizo fue fundamental, no sólo en el canto, sino que en la poesía popular. Fue la cantora que tenía acceso a la radio, al disco e hizo trabajo en décimas. Para mí es un referente extraordinario y todo está en ser creador”.

Asimismo, Yáñez criticó los programas de televisión y manifestó que “son espantosos, hasta para escuchar las noticias y uno tiene dentro de su alma, toda la creatividad que significa vida, ver luz, sembrar armonía y ser una persona feliz”.

Una de las canciones que más destacadas y que más lo representa, es “quiero un Chile creador”, canción con la que vivió una situación bastante particular. “Una vez en Chillán, se realizó el primer año de la creación del Consejo de la Cultura y Las Artes. Yo fui y canté una canción que se llama ‘Yo quiero un Chile creador’, al tiempo me encontré con un caballero que se acordó, le gustó e incluso la grabó y me la pasó con estos instrumentos que se llaman pendrive, así que la puse en un computador, me la aprendí y la grabé, porque yo estaba improvisando”, expresó.

La canción, es parte del único disco del artista, que se llama “El cantar de Fernando Yáñez” y que cuenta precisamente lo que busca en el país, un Chile creador.

Síguenos: Google News
banner redes
banner redes banner redes banner redes banner redes banner redes

¿Quieres contactarnos? Escríbenos a [email protected]

Contáctanos
EN VIVO

Más visto