El reciente cambio de horario, sumado a los fines de semana largos, pueden ser situaciones que desajustan las rutinas de sueño tanto en adultos como en niños.
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Durante estos días se conmemoró la celebración conocida como Semana Santa, marcando el primer feriado hábil de lo que va del año. Es durante estos días sin trabajo y más horas de ocio que se pueden alterar los hábitos y rutinas ya establecidas durante el período laboral.
Al respecto, los expertos explican que estas fechas y el cambio de horario a invierno durante la semana pasada, podría provocar algunos desórdenes en el organismo, y por ende, afectar la higiene del sueño.
Cuando tenemos fines de semanas largos, tanto niños como adultos suelen conciliar el sueño más tarde, dormir siestas durante el día, en un ambiente más relajado y menos estructurado. Esa falta de orden en el sueño, junto con el cambio de hora, puede generar que nuestro reloj interno no pueda sincronizarse de manera correcta al volver a la rutina, lo que se puede traducir en cansancio y fatiga, siendo más difícil volver a nuestro día a día, explicó el doctor Ignacio Gutiérrez de la Clínica Somno.
RECOMENDACIONES
Ante esto, desde el centro especialista en sueño, entregan una serie de recomendaciones que ayudan a cuidar el descanso sin dejar de aprovechar los feriados:
Una alimentación ligera: Es importante colocar atención a las cantidades y horas, siendo la recomendación comer al menos 3 horas antes de ir a la cama, evitando embutidos, grasas y frituras.
Establecer rutinas que aseguren buenas horas de sueño: Si bien, los feriados se caracterizan por alargar el trasnoche o el exceso de descanso, siempre es bueno equilibrar los horarios para no llegar con cansancio a la semana siguiente. El consejo es mantener una hora fija al día para despertar y acostarse, manteniendo las horas de sueño diarias.
Realizar algún tipo de actividad física: No es necesario que se realicen actividades físicas de alto rendimiento, pero hacerse el tiempo para estar al aire libre y caminar es suficiente para reducir ciertos problemas. Los expertos indican que una caminata de 30 minutos al día puede ayudar a reducir el estrés y llegar más cansado a la hora de dormir.
Evitar aparatos con pantalla: Antes de descansar se recomienda alejarse de los dispositivos electrónicos, cuya luz azul tiene un impacto directo en la producción de melatonina, la hormona que produce estados de somnolencia.
¿QUÉ HACER CON LOS MÁS PEQUEÑOS?
Llevar al bebé a la cama cuando esté despierto: Esto se aplica para que el bebé pueda reconocer que la cama es el lugar para descansar. Se recomienda también quitar elementos distractores y que puedan interferir en el sueño.
Dar tiempo para que el bebé se acomode: Durante los primeros días de vida es normal que los bebés estén inquietos, llorando y no se adapten a su lugar de sueño. Es por eso que es necesario dejar un tiempo en el que puedan sentirse seguros y acompañados.
Hacer uso del chupete en algunos casos: El uso de este elemento puede calmar al bebé y ser un aliado en la tranquilidad de lograr un buen descanso. Estudios han demostrado que el uso del chupete no es un factor que afecte el sueño.
Ambiente relajante: Es primordial que los más pequeños se sientan seguros y en un lugar cómodo, por lo que se recomienda evitar sonidos que puedan alterar la conducta. Se sugiere que tengan ropa adecuada en la cuna y que cuenten con una temperatura adecuada, cercana a los 20 grados.
Buen despertar: Al igual que al dormir, los bebés necesitan contar con una tranquilidad y espacio adecuado para volver a la normalidad, por lo que, se recomienda que padres den caricias, abrazos y que cuenten con música suave para facilitar la adaptación de sus hijos.
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