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La Tribuna

Ministro Aldana señaló a ex carabineros y funcionarios de CMPC como responsables de masacre Laja-San Rosendo

por Marcela Vidal

Tras años de investigación, se logró corroborar la responsabilidad de los involucrados en dichos incidentes ocurridos en 1973.

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El ministro en visita para causas por violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Concepción, Carlos Aldana, dictó este martes 13 la acusación en contra de miembros en retiro de Carabineros y exfuncionarios de la CMPC por los delitos de homicidio calificado e inhumación ilegal de 19 obreros y campesinos, perpetrados en septiembre de 1973, en el caso denominado "Masacre de Laja-San Rosendo".

En la resolución, el ministro Aldana acusó a ocho miembros de Carabineros en retiro en la calidad de coautores de los homicidios calificados 15 personas. Asimismo, acusó a otros cuatro funcionarios policiales como encubridores de los mismos delitos en perjuicio de dichas víctimas.

Además, el oficial de Carabineros (R) René Urrutia Elgueta fue sindicado como autor del delito de inhumación ilegal de las 19 víctimas.

Respecto de la responsabilidad de empleados de la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones (CMPC), el ministro responsabilizó al exjefe de seguridad de la empresa, Pedro Jarpa Foerster, en calidad de cómplice de los delitos de cinco personas.

Mientras tanto, Alejandro Lionel Aguilera Covarrubias (exejecutivo de la CMPC) y Rodolfo Román Román (ex chofer), fueron calificados como cómplices de estos homicidios calificados.

En la etapa de investigación, el ministro logró determinar que entre los días 13 y 17 de septiembre de 1973, estas personas fueron detenidas por funcionarios de la tenencia de Carabineros de Laja, sin orden judicial ni administrativa competente, y trasladados hasta la unidad policial, desde la CMPC, otras empresas y sectores rurales de la zona.

Hay que recordar que estos hechos quedaron descubiertos a fines de octubre de 1973, cuando perros del sector encontraron restos humanos, hecho del cual se percató un transeúnte, quien dio cuenta a Carabineros de Yumbel.

Ante esta denuncia, el comisario Héctor Rivera Rojas ordenó al entonces oficial de órdenes, teniente René Luis Alberto Urrutia Elgueta, que se constituyera en el lugar, quien ratificó el hallazgo al comisario para, finalmente, trasladar las osamentas directamente al cementerio parroquial para su sepultación en una fosa común, lo que cumplió Urrutia utilizando un coloso tirado por un tractor en horas de la noche, durante la cual regía toque de queda, donde se practicó un procedimiento sin las correspondientes autopsias de rigor ni orden competente.

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