Tema legal mantiene postrada y sin sueldo a trabajadora de Laja

Hace dos años la vida de Ruth Torres cambió de golpe por culpa de una lumbociática. En entonces, esta mujer de 46 años, oriunda de la comuna de Laja y madre de tres hijos, comenzó con fuertes dolores en su espalda que le impidieron seguir trabajando.

Se desempeñaba como jefa de turno en una empresa de alimentación, según contó, a la cual sigue vinculada contractualmente, a pesar que ya lleva dos años sin trabajar, extendiendo licencia a causa de su enfermedad.

Y es que con el correr de los meses a Ruth le diagnosticaron una artrosis severa que se le ha ido extendiendo por todo el cuerpo al punto de dejarla en silla de ruedas.

Sin embargo, eso no es lo peor, porque así como fue diagnosticada de la enfermedad, también fue notificada de que debe ser operada de la cadera, ingresando a una lista de espera en el sistema público.

“Yo le pido al sistema que por favor me operen, porque del 15 de agosto del año pasado a la fecha en que a mí se me han rechazado todas las licencias”, denunció.

Esta situación la tiene sin ingresos, obligándola a dejar la casa que arrendaba para irse a vivir con una hija al campo para poder sobrevivir.

“El doctor me dice que no deje de tirar las licencias, pero el COMPIN (Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez) me las rechazó, me las tiró a la Suseso (Superintendencia de Seguridad Social) y desde ahí me dicen que por el período que requiere este descanso laboral en que no hay solución a mi problema, necesito acercarme a mi AFP para que me evalúe una comisión médica para gestionar un pensión de invalidez”, explicó la afectada.

Esto último tampoco le resultó y todo porque no ha sido operada como demanda su estado de salud. “Estoy entrampada en un tema legal, porque la Suseso me manda a hacer el tema de la jubilación anticipada, pero en el minuto que haya alguna cirugía de por medio ellos no hacen este trámite, porque no te pueden evaluar”, reclamó Ruth.

Otro inconveniente son los medicamentos que necesita para tratar su enfermedad. Como se vio sin recursos e imposibilitada de acceder al plan AUGE, como ella misma contó, en su desesperación escribió una carta a la Presidenta de la República.

“Como no soy AUGE me tocó comprar todos los remedios, lo cual me salía muy caro, porque son drogas que tengo que tomar para los dolores. De la Presidencia me derivaron a la Gobernación (Biobío), donde me atendió la asistente social, quien hizo un paso que le resultó, para ingresar a Cuidados Paliativos en el Hospital de Los Ángeles y donde me están dando los medicamentos”, confirmó.