Desde fines del año pasado, “la basura” comenzó a ser un tema de interés de la comunidad angelina, luego de que se conociera que 300 toneladas diarias de desperdicios iban a llegar a la capital provincial desde Temuco.
En ese momento, líderes políticos, dirigentes sociales y medios de comunicación de la zona empezaron a levantar la voz de alerta frente al tema, exponiendo el riesgo de que Los Ángeles se convirtiera en el “basural de la zona centro-sur”.
Fui así que aparecieron argumentos como que la capital provincial se iba a convertir en un foco de contaminación, o que estábamos embargando el destino de nuestros futuros desechos, posturas que comenzaron a compartirse casi como consignas por los habitantes de la comuna.
En vista de ello, y quizá para despejar el halo de ingenuidad que se mostraba desde la capital provincial, vecinos de la localidad rural de Licura, en Mulchén, se acercaron en las últimas semanas a las instalaciones de Diario La Tribuna para denunciar que tan sólo unos kilómetros más allá de Los Ángeles, existe un depósito de basuras que por décadas estaría supuestamente contaminando las napas subterráneas del lugar.
Se trata del vertedero administrado por Servimar Limitada, ubicado cinco kilómetros antes del peaje de Mulchén, el que ni siquiera contaría con Resolución de Calificación Ambiental (RCA) debido a que se constituyó mucho antes de que existiera legislación en el área en el país.
La Tribuna FinDe se apersonó in situ para recoger las impresiones de algunos vecinos e inspeccionar, de algún modo, las denuncias.
CONTAMINACIÓN HÍDRICA
El principal temor de las cerca de 13 familias que habitan la zona, quienes viven a menos de 500 metros del lugar, es que el vertedero no contaría con la tecnología necesaria para procesar los líquidos percolados, por lo tanto, por décadas estos residuos han ido a parar a las vertientes y napas subterráneas del lugar.
“El vertedero está hasta arriba, parece un cerro. (…) Las aguas contaminadas van a parar abajo, por ello nosotros no tomamos agua de acá, por ello preferimos viajar a Mulchén y comprar agua embotellada para no correr riesgos”, enfatizó Isaac Barrera.
En tanto, otro lugareño identificado como Jaime Torres coincidió con la posición de su vecino, manifestando que optó por la misma medida.
“No estamos a más de 200 metros del vertedero. El principal problema es la contaminación del agua con los líquidos percolados. Uno por necesidad tiene regadíos, sin embargo, el agua llega superhedionda y con sarro. Pese a ello, nos han dicho que el agua estaría buena, pero yo no me quiero arriesgar y compro también el agua”, precisó.
MOSCAS Y VECTORES
Los pobladores también añaden a los reclamos la gran presencia de moscas y vectores, quienes irían a comer los residuos orgánicos que son dejados en el vertedero, ya que los pobladores sostienen que no se haría un recubrimiento óptimo de las basuras.
BASURA NO SÓLO DE LA COMUNA
Tras acudir al lugar, el diario de la provincia conversó con una fuente bien informada en el área, quien para evitar tener inconvenientes solicitó mantener reserva de su identidad, asegurando que el vertedero, fuera de no tener Resolución de Calificación Ambiental, recibe basura de varias comunas de La Araucanía.
“El vertedero funciona amparado en una resolución dictada por el delegado de salud de la Junta de Gobierno; estamos hablando de los años 73 a 74, en donde se dispuso su creación para recibir la basura de la comuna mulchenina. Sin embargo, en estos minutos está recibiendo desperdicios de Padre Las Casas, Lautaro, Collipulli, Negrete y San Rosendo, entre otras”, apuntó.
Tras ello, el profesional del área manifestó que el vertedero estaría hasta el tope de su capacidad. “Está absolutamente colapsado. Ustedes debieron ver unas poblaciones por detrás del vertedero, distantes no menos de 50 metros, en donde hay canales de agua en donde se desvían los líquidos percolados”, enfatizó.
Por último, la fuente aseguró que el vertedero estuvo por décadas sin patente, recibiendo una en la reciente administración municipal mulchenina, pero no de acuerdo a su rubro.
“El vertedero nunca operó con patente comercial desde el 75, recién hace un año se le otorgó una por la actual administración municipal. No obstante, tiene patente como oficina, pero no patente comercial para funcionar como vertedero”, concluyó.
Debido a la gravedad de los antecedentes de la fuente, quien lamentablemente no se pudo identificar, el diario de la provincia pidió información a los distintos organismos asociados al tema.
POSTURA DE LA AUTORIDAD SANITARIA
Desde el Seremi de Salud descartaron la presencia de contaminación a las napas subterráneas, detallando que “existe registro de muestreos de agua de pozos de captación de agua para consumo humano de viviendas cercanas, en donde los resultados obtenidos no presentan alteraciones atribuibles como medio de referencia a la ubicación del vertedero”.
Pese a ello, desde la autoridad sanitaria reconocieron un temor de la comunidad, agregando que existe un mecanismo alternativo para dotar de agua potable al lugar.
“Ante la preocupación por esta temática, el Municipio de Mulchén distribuye agua en camiones aljibes, donde la recomendación sanitaria pasa por generar un proyecto de Agua Potable Rural (APR) para el sector”, precisaron.
RESPUESTA DEL MUNICIPIO
En tanto, desde el municipio respondieron el tema de la patente comercial, sosteniendo primero que “nuestra administración es a partir de diciembre del 2012 y estamos haciendo las cosas en orden”.
Consultados sobre por qué no se le asignó una patente al rubro del vertedero, asignándole una que tiene que ver con una oficina comercial de la entidad, la abogada del municipio manifestó lo siguiente:
“No hay tema de patente para que puedan funcionar como vertedero. Es decir, para poder realizar el giro que ellos tienen, que es servicio mecanizado, de aseo y vertedero. Es probable que sea así; como te digo, la patente se paga sólo por las características y quedó así en ese tiempo, sólo por nomenclatura, porque el computador en el año que se inscribió no alcanzaba a poner todo, terminando sólo con aseo y domiciliario”, detalló.
REACCIÓN DEL DUEÑO DE SERVIMAR
Por último, La Tribuna FinDe se contactó con el propietario del vertedero, Manuel Recart, quien respondió que “ese vertedero tiene resolución sanitaria al día, con todos sus papeles legales; cualquier cosa que necesite puede ir a la Seremi de Salud. Eso de los líquidos percolados no es cierto”, concluyó.
Por último, consignar que el vertedero presenta una escasa vida útil, que según la autoridad sanitaria es sólo de cinco años, contabilizados desde el 2016, para luego entrar en un plan de cierre.