Entregan recomendaciones para viajar con tranquilidad a la cordillera

Durante el fin de semana pasado se abrieron las pistas de esquí en el volcán Antuco, lo que lleva a muchas personas a querer visitar la zona. Por ello, expertos en seguridad analizaron las distintas medidas de precaución que hay que tomar para viajar a un destino cualquiera, pero que tiene varias aristas a considerar.

El gerente comercial de “Servicios y Repuestos Vildósola”, Marcelo Vildósola, aseguró que “lo ideal es cumplir con el reglaje de la mantención periódica de los vehículos que está desde ponerle bencina, usar un aceite adecuado, hacer los afinamientos correspondientes al motor, verificar que todos los componentes del sistemas de dirección y suspensión estén en buen estado, hacer los controles de niveles de lubricantes de transmisión, de motor, en realidad hay que hacer una inspección general para estar al tanto del estado de todo”.

Asimismo, sostuvo que un auto es una obra de ingeniería, tiene que estar al 100% en todos sus componentes y cualquier cosa que falle le va a perjudicar en cualquier cosa.

A su vez, afirmó que hay que estar atento a las revisiones, leer los manuales de los fabricantes y de esa manera estar preparados para cualquier viaje que sea por carretera o cordillera.

PRECIOS Y QUÉ HACER CON EL AUTO

En relación a los precios, el gerente comercial de “Servicios y Repuestos Vildósola”, manifestó que “los cambios de aceite dependen de cada modelo de marca, pero varían entre 20 y 25 mil pesos con el filtro de aceite incluido, lo que sirve entre 7 mil y 10 mil kilómetros”.

Otro material importante es el líquido anticongelante, que permite reducir la temperatura de congelamiento del agua contenida en su motor. Respecto a ello, afirmó que cuestan entre 7 mil y 12 mil pesos el galón.

A raíz de ello, detalló que “una inspección general de suspensión, una visual vale 3 mil 500 pesos y es importante hacerla porque eso puede determinar cualquier falla en alguna rótula o algún terminal de dirección, que es sumamente delicado”.

Respecto a las cadenas, sostuvo que son importantes para llevar un auto en caso de quedarse atrapado. En relación al precio, dijo que estaría cerca de los 80 mil pesos.   

A su vez, expuso que no necesariamente pueden transitar sólo vehículos 4X4, ya que se han visto que suban autos livianos sin ningún problema, aunque hay que preocuparse del buen estado de los neumáticos, del aire y manejar con cuidado.

Igualmente dijo que “la idea es tratar de no hacer patinar mucho el vehículo, en el caso de que esté en una zona muy barrosa, hay que tratar de subir con cambios no muy revolucionados, en segunda o tercera. Si patina va a perder dirección o se va a empantanar y no va a poder subir”.

LA VISIÓN DE UN INGENIERO Y SEGURIDAD AL CONDUCIR

Juan Pablo Seiffert Reinike, ingeniero civil industrial, Magíster en Gestión de Operaciones y académico de la Escuela de Ingeniería Civil de la Universidad Mayor, aseguró que “uno de los sellos característicos de nuestra sociedad es la rapidez.

Para evitar accidentes de tránsito, y reducir todos los efectos derivados de estos siniestros, es importante considerar la conducción en condiciones adversas”.

Otra consideración importante es que para conducir en condiciones especiales se requieren también vehículos especiales, por ejemplo 4x4.

Sin embargo, las recomendaciones son aplicables a la conducción de cualquier tipo de vehículo en condiciones adversas.

Dentro de los elementos que deben incorporar en la planificación de su viaje están “los neumáticos de repuesto en buenas condiciones, tener cadenas, tensores, palas, saco de arpillera, cuñas y guantes; linterna, Kit básico de herramientas y una frazada. Además de las balizas, para que otros vehículos nos vean y nos puedan socorrer; y no olvidar conducir siempre con las luces encendidas”.

Por último, cerró diciendo que es importante que en condiciones adversas siempre manejemos a la defensiva, por lo que debemos salir con holgura de tiempo para efectuar nuestros desplazamientos; aumentar la distancia con los otros vehículos; en lo posible evitar movimientos bruscos; efectuar los descensos lentamente.