Resumen noticioso

Atención: Químicos usados en la limpieza de piscinas tienen efectos secundarios a largo plazo

Los efectos de los productos químicos que se usan en el cloro pueden ser adversos para la salud de las personas, según investigadores.

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21-12-2015_19-02-111-331 / FUENTE:

El verano es una época que invita a grandes y chicos a bañarse, a los típicos chapuzones en las piscinas al aire libre, pero el otoño también anima a muchas personas a apuntarse a un cursillo de natación en piscinas techadas. La natación, y otras modalidades de ejercicio físico en el agua, son actividades lúdicas y deportivas muy saludables y recomendadas por los profesionales de la medicina. Sin embargo, para que puedan llevarse a cabo con seguridad y sin contraer infecciones, la limpieza del agua es crucial y, en este proceso, las sustancias que se utilizan generan unos subproductos que podrían afectar la salud de quienes practican alguna actividad en el agua.

Es imprescindible que las personas nadadoras pongan en práctica ciertas medidas para disminuir el impacto de sustancias en el organismo.

Los desinfectantes que se utilizan de manera habitual en las piscinas, como el cloro, generan unos subproductos (DBP) que, a corto plazo, pueden causar cambios tóxicos en los genes (genotóxicos) de los nadadores. Los DBP son el resultado de las reacciones que se originan cuando entran en contacto los desinfectantes para limpiar el agua con la materia orgánica. Nadar es seguro, los beneficios de la natación superan a los riesgos, y no hay que dejar de practicarla porque es una actividad física saludable. No obstante, los nadadores pueden disminuir la cantidad de materia orgánica en el agua si siguen ciertas medidas de higiene ya establecidas.

MEDIDAS DE HIGIENE

Estas medidas que se deben cumplir de forma más estricta son: utilizar el gorro de baño, no orinar en la piscina y ducharse antes de zambullirse. Todo ello al margen de un adecuado mantenimiento de las instalaciones acuáticas. El objeto de todas estas normas es reducir al máximo la presencia de partículas orgánicas en las piscinas, que pueden reaccionar con los desinfectantes y producir los DBP.

En la actualidad, se conocen más los subproductos de la cloración (del cloro) que los de la bromación (del bromo). Otros productos químicos no se han estudiado tanto y, por ahora, no puede afirmarse que los subproductos de uno u otro desinfectante sean más nocivos, ni que un desinfectante sea más seguro. A la luz de los estudios realizados, no se puede aconsejar el uso de uno de ellos en desmedro de otro.

UN EXCESO DE CLORO PUEDE AUMENTAR EL RIESGO DE ASMA EN NIÑOS

El riesgo es mayor en niños pequeños ya que chapotean e inhalan y degluten más partículas de agua con cloramina. Esta sustancia se genera por la mezcla de agua, cloro, sudor, saliva y orina. La cloramina puede lesionar el epitelio pulmonar y provocar síntomas asmáticos.

Esta probabilidad de desarrollar asma aumenta cuanto más pequeño sea el niño, más tiempo permanezca en el agua, más agua de la piscina ingieran, menos higiene personal se requiera a la hora de zambullirse y mayor sea la temperatura del agua. El asma es la causa más frecuente de enfermedad infantil respiratoria crónica. En concreto, el riesgo es mayor en los niños que acuden regularmente a la piscina con una edad por debajo de 6 a 7 años, dado que a esas edades habitualmente no se nada, sino que se chapotea y se inhalan y degluten más partículas de agua con cloramina, una sustancia que puede lesionar el epitelio pulmonar y provocar síntomas asmáticos (tos, pitos en el pecho y ahogo) o desencadenar asma en niños predispuestos (atópicos).

Se aconseja a los papás que se aseguren de que las instalaciones a las que llevan a sus hijos tienen los permisos correspondientes, y así eviten bajo cualquier circunstancia aquellas que cuyas condiciones les resulten sospechosas.

Se recomienda que no se deje a los hijos un tiempo demasiado extenso en el agua, que estén atentos de que no traguen agua y que exijan a los padres de niños pequeños el uso de pañales adecuados capaces de absorber la orina en el agua. Asimismo, se recuerda que los pulmones de los niños, cuanto más pequeño son, más vulnerables resultan a productos irritantes como la cloramina. En especial, se recomienda tomar especial precaución con los lactantes.

El asmático puede hacer cualquier deporte, pero hay una serie de estos más indicados que otros. La natación puede ser un deporte adecuado para los asmáticos, aunque no se debe olvidar que los bronquios de estos pacientes pueden responder de forma exagerada a estímulos externos. De esta forma, sustancias irritantes como el cloro pueden hacer que sus bronquios se irriten y provoquen los síntomas asmáticos o desencadenar un asma 'latente' en sujetos predispuestos (atópicos). De igual forma, puede ocurrir este hecho ante cambios bruscos de temperatura, por ejemplo, a la hora de tirarse bruscamente a un agua muy fría.

MÉTODOS PARA LIMPIEZA SALUDABLE

Debemos entender que no se cuidan ni se mantienen solas, existen diversos procesos que debemos realizar en la limpieza de piscinas para mantener el agua los más pura posible y así gozar de un buen estado de salud.

Para cada caso en particular contamos con diferentes métodos de mantenimiento de piscinas, que por lo general se dividen en dos grandes grupos: manuales y automáticos. El limpiador automático es la solución para aquellos que son reticentes a emplear mucho tiempo en realizar la limpieza de piscinas, en la mayoría de los casos las piscinas ya se encuentran equipadas con este tipo de sistema de filtrado de agua que nos permite retirar las hojas y las suciedades que se encuentran en el agua.

La limpieza de piscinas no se limita sólo a elementos automáticos que filtren hojas o toxinas, sino también al tratamiento químico que debemos darle al agua para que sea saludable por los usuarios. Es verdad que si mantenemos el fondo de la piscina limpio (sin algas o depósitos calcáreos), con un filtrado eficaz (tanto por el tipo de filtro como por el diseño y la disposición de las piezas que se encargan de la aspiración), realizar el tratamiento del agua es algo muy sencillo.

Aunque muchas personas creen que la limpieza de piscina es casi nula en invierno debido a que el agua a pocos grados se conserva perfectamente, casi sin ser filtrada y con poco tratamiento químico, no hay que confiarnos al respecto. Es ideal poner el sistema original de limpieza de piscinas en marcha apenas haya acabado el invierno, porque aunque el uso durante esa temporada haya sido casi nulo, la suciedad y las toxinas existen y deben ser eliminadas.

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