Regístrate Regístrate en nuestro newsletter
Radio San Cristobal 97.5 FM San Cristobal
Diario Papel digital
La Tribuna

La agricultura chilena y el cambio climático

por Carolina Bassa

El sector agrícola debería aumentar su producción en un 70% al 2050, ello con una adaptación al cambio climático y con prácticas eficientes, sustentables y tecnológicas.

07-10-2015_16-48-443261886307_59d019ba75_o /

** Mayores variedades de cultivos sería el lado bueno, cosa que no se ve sostenible ante implicancias climáticas más extremas.

El hecho de que el cambio climático ya es parte de la comunidad global y que ésta debe ser capaz de mitigar y adaptarse al panorama que ofrece, no es algo desconocido. La adaptación constante que debe ir haciendo el ser humano con respecto a lo anterior, va ir dependiendo del territorio donde se encuentre y de la actividad que realicen.

El cambio climático hace referencia a una gran variedad de fenómenos asociados al clima en distintas regiones del planeta, así lo explico el Dr. en ciencias ambientales e investigador del INIA, Marcelino Claret, quien además indicó que tales cambios hacen alusión a sequías prolongadas, inundaciones, excesos de precipitaciones, tormentas, aumento de frecuencia y severidad de las heladas, huracanes, entre otros rigores climáticos más.

Dado a lo anterior, muchos expertos en el área, como también agricultores y organizaciones en general, han demostrado el interés por generar una adaptación por parte de la agricultura, para que ésta no decaiga en sus producciones y en la calidad que ofrecen al mercado. Además, también de hacerla más amigable con los recursos que utiliza a través de una eficiencia, constante educación e incluyendo el uso de la innovación tecnológica a sus actuales prácticas.

Bajo ese sentido el director de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), Héctor Echeverría, indicó que el cambio climático no sólo se va a reflejar en las inclemencias detalladas anteriormente, va a producir un cambio que se reflejará en eventos que serán violentos, para lo cual la agricultura chilena tendrá que prepararse al igual que el resto del mundo. A las palabras de Echeverría se sumó el director ejecutivo de ChileBío y Dr. en ciencias biológicas, Miguel Sánchez, quien manifestó: la agricultura en general, constantemente necesita desarrollar e implementar herramientas necesarias que permitan aminorar los efectos climáticos. Las prácticas agrícolas deben adaptarse para enfrentar estos desafíos.

En cuanto a los principales retos que tiene la agricultura en materia de adaptación y mitigación, Marcelino Claret, indicó que los desafíos que impone el cambio climático a la agricultura son diversos y complejos. En una primera etapa la mayor presencia de CO2, en la atmósfera, puede ocasionar un aumento de la producción vegetal, sin embargo, se asume una condición no sostenible, por cuanto el estrés que supone el alza de las temperaturas y déficit hídrico, podrían superar con creces estos beneficios, también el investigador agregó que el aumento de temperatura, por el calentamiento global, está produciendo desplazamientos geográficos de las zonas óptimas de cultivos, que puede significar surgimiento de plagas y alteración de los ciclos fenológicos. Lo que queda, es enfrentar los desafíos con políticas, estrategias de investigación y transferencia a los productores que puedan mitigar el impacto y producir adaptación a nuevas condiciones de producción, aseguró Claret.

Asimismo el director del FIA, señaló que los desafíos se relacionan con eventos extremos, como las sequías, las que se deben enfrentar con sistemas de captación y de almacenamiento de agua lluvias, también, sistemas de regadío que sean más eficientes, que gasten el mínimo de agua, obtención de variedades y especies que sean capaces de producir con menos agua, a eso el mismo agregó que, el papel que juega la eficiencia del riego es vital. Significa usar de manera adecuada técnicas, que ya se conocen, como el riego por goteo o por micro aspersión, además hoy se está explorando una técnica de riego a nivel subterráneo, detalló.

Innovación y tecnología

Para el 2050, se espera que la población en el mundo supere los 9 mil millones, y para satisfacer a la gran cantidad de personas se necesitará que la agricultura produzca en un 70% más alimentos y con ello tener reales medidas de mitigación y adaptación al cambio climático.

Para lo anterior, según los expertos se necesita una mayor introducción de innovación tecnológica en la agricultura, bajo ese sentido el Dr. en ciencias ambientales, Marcelino Claret, manifestó que es necesario un apoyo rápido y decidido a la investigación con nuevos recursos, y transferencia tecnológica en la agricultura, los apoyos a la investigación y transferencia, deben ser más centrados en áreas temáticas sensibles. A éste respecto, el mejoramiento genético y la biotecnología, explorando nuevas variedades para las condiciones dadas, también la implementación de control biológico e integrado de plagas, agricultura orgánica y de precisión, por cuanto estas disciplinas tienen en la actualidad herramientas y conceptos para aplicar, que puede ser de gran utilidad para una producción más eficiente y sostenible, manifestó Claret, agregando que también es necesario realizar estudios de detalle por zonas y territorio.

En tanto, Héctor Echeverría, indicó que se debe estar preparado y contar con sistemas tecnológicos de bajo costo o que sean rentables, como forma de enfrentar fenómenos meteorológicos. Además hay tecnologías que son de riego inmediato, que producen un cambio en la temperatura de las partes de la planta, lo que les permite sobrevivir. Hay otras innovaciones que permiten desviar el sentido que tienen las heladas polares, pero en la práctica lo más importante es tener mapas que muestren dónde se producen las heladas, con respecto a su mención, hace referencia a intentar evitar que cultivos propensos a daños con esa inclemencia climática se ubiquen en los sectores donde es más riguroso.

Además, el director del FIA, manifestó que es forzoso contar con innovación en cuanto a genética y mejoramiento, eso obteniendo nuevas variedades, especies vegetales y animales, que sean capaces de sobrevivir a situaciones extremas de cambio climático. Por ejemplo, hay especies que son mucho más resistentes a la sequía, como la granada o la tuna, es decir, tenemos una serie de especies que pueden ser mucho más resistente a los extremos meteorológicos, y también vamos a tener que trabajar con arándanos, berries, manzanas, peras, duraznos, que sean más resistente, más eficientes en el uso del agua y que tengan, también, una época de cosecha que no es la habitual, ya que está ocurriendo que muchas de ellas se adelantan o atrasan de acuerdo a las condiciones climáticas, comentó Echeverría, a lo que agregó también, que se hará necesario tener sistemas de obtención de agua no tradicionales, como la desalinización, cosa que según el mismo, el Gobierno ya está considerando.

El director ejecutivo de ChileBío, declaró que contar con variedades de cultivos que se adapten a los cambios de clima, son una herramienta más dentro de un conjunto de otras disponibles para hacer frente a los desafíos, variedades mejoradas y adaptadas a distintas condiciones, representan un beneficio para lograr cantidades y calidades esperadas en término de producción de alimentos. A lo referido, Sánchez sumó que los cultivos adaptados deben ser dependiendo del objetivo, si el problema es la disponibilidad de agua o la sequía, ese será el foco. Necesitamos que las variedades vegetales permitan una agricultura sostenibles, de acuerdo a los retos que tiene cada región o zona geográfica, aseguró.

El investigador del INIA, Claret, concordó enseñando que contar con cultivos adaptados se avizora como imprescindible, respecto a eso los programas de mejoramiento genético y biotecnología del INIA, guiados por políticas de Estado, está abordando hace ya algunos años la problemática, generando y ensayando nuevas variedades de cereales, papas, frutales y hortalizas, que puedan producir buenos rendimientos bajo condiciones de déficit hídrico y temperaturas extremas, contó Marcelino Claret, agregando que la generación de nuevas variedades de cultivo o la incorporación de nuevas especies, debe atender a las particularidades climáticas de cada zona geográfica.

Respecto al control fitosanitario, Sanchéz indicó: Las variedades vegetales mejoradas por biotecnología, para resistir el ataque de los insectos plaga y tolerar ciertos herbicidas, que permiten controlas las malezas de manera más eficiente, han permitido disminuir el uso de productos fitosanitarios en los campos. La disminución del uso de estos productos, conlleva a que se necesite menos maquinaria y menos combustible, a su vez, lleva a la reducción de emisiones de CO2 y a contribuir con la mitigación del efecto invernadero.

Información y educación

Toda nueva adaptación e incorporación requiere de una educación y difusión de información constante, vemos que la tecnología aplicada a todo ámbito de cosa, siempre es bien recibida, pero con respecto a la agricultura, muchas veces sucede lo contrario. Existe mucha información y a su vez desinformación. Cerca de 28 países, incluyendo los principales agrícolas, permiten que tengan acceso a variedades que han sido mejoradas mediante biotecnología, eso basado en argumentos biológicos y técnicos que apuntan a una agricultura más sostenible. Sin embargo, discusiones políticas e ideologías, en otros países, han puesto trabas al uso de la tecnología, generando confusión en la ciudadanía, detalló el Dr. en ciencias biológicas, Miguel Sánchez.

Respecto a ello el Dr. Marcelino Claret, sentenció que algunos de los factores que pueden estar dificultando la incorporación de nuevas tecnologías, son la resistencia natural al cambio, derivada de actividades que por muchos años han producido buenos resultados, costumbres culturales y bajo conocimiento.

REVISTA AGROFORESTAL

Síguenos: Google News
banner redes
banner redes banner redes banner redes banner redes banner redes

¿Quieres contactarnos? Escríbenos a [email protected]

Contáctanos
EN VIVO

Más visto