Buscan salvar al huillín: estas son las medidas del gobierno para evitar su extinción en Chile

El Ministerio del Medio Ambiente dio un paso clave en la protección de la biodiversidad nacional al oficializar el Plan RECOGE del huillín, una de las especies más amenazadas de los ecosistemas acuáticos de Chile.

La medida fue formalizada mediante Decreto Supremo y publicada en el Diario Oficial, consolidándose como un instrumento de gestión que proyecta acciones de conservación por los próximos 15 años.

El huillín, nutria nativa que habita ríos, lagos, humedales y zonas costeras desde La Araucanía hasta Magallanes, enfrenta un escenario crítico marcado por la pérdida y fragmentación de su hábitat, la contaminación de las aguas y la presión creciente de especies exóticas invasoras, especialmente el visón. Este conjunto de factores ha provocado una disminución sostenida de su población en las últimas décadas.

Tres ejes para revertir la amenaza

El plan establece una estrategia integral basada en tres ejes centrales. El primero apunta a la protección y restauración de los ecosistemas acuáticos clave para la alimentación y reproducción del huillín. El segundo se enfoca en reducir las amenazas asociadas a actividades humanas, como infraestructura y procesos productivos que alteran su entorno natural. El tercer eje considera el control de especies invasoras que compiten por alimento y territorio, uno de los principales riesgos para la supervivencia de esta nutria.

A estas líneas de acción se suma el fortalecimiento de la investigación científica y el monitoreo permanente de la especie, junto con programas de educación ambiental y participación comunitaria. Desde la cartera ambiental subrayaron que el involucramiento de las comunidades locales resulta fundamental para asegurar la efectividad y sostenibilidad de las medidas en el tiempo.

Trabajo colaborativo y mirada de largo plazo

El Ministerio del Medio Ambiente destacó que la elaboración del Plan RECOGE fue resultado de un proceso participativo iniciado en 2023, que incluyó talleres, mesas técnicas y trabajo conjunto con servicios públicos, organizaciones sociales y el mundo académico. Este enfoque permitió integrar conocimiento científico y saberes locales en el diseño de la estrategia.

En ese contexto, la ministra Maisa Rojas enfatizó que la conservación del huillín trasciende la protección de una sola especie. "Proteger al huillín es también proteger ríos, lagos y humedales sanos, esenciales para la adaptación al cambio climático", señaló, relevando el rol de estos ecosistemas para el equilibrio ambiental del país.