Identidad

Cuidadoras de Alto Biobío aprenden a elaborar cremas medicinales ancestrales

Usando paico, boldo, miel y aceites vegetales, las participantes revitalizaron saberes ancestrales pehuenches y junto con métodos de cuidado personal y equilibrio físico.

Cuidadoras de Alto Biobío aprenden a elaborar cremas medicinales ancestrales, Alto Biobío
Cuidadoras de Alto Biobío aprenden a elaborar cremas medicinales ancestrales / FUENTE: Alto Biobío

En medio del imponente paisaje cordillerano de Alto Biobío, un grupo de mujeres se reunió esta semana para participar en el cuarto taller del ciclo formativo y de autocuidado que organiza el Programa Red Local de Apoyos y Cuidados.

Esta vez, la jornada estuvo dedicada a rescatar la tradición de la medicina natural, elaborando una crema a base de plantas medicinales, un saber que ha pasado de generación en generación en las familias pehuenches y campesinas de la zona.

RAÍCES CULTURALES

La instancia se convirtió en un espacio de aprendizaje colectivo y conexión con las raíces culturales del territorio.

Las cuidadoras —en su mayoría mujeres que día a día entregan su tiempo y energía al cuidado de personas en situación de dependencia funcional— compartieron sus experiencias, identificaron plantas locales y sus propiedades, y construyeron fichas informativas antes de iniciar el proceso de macerado que dará origen a estas cremas naturales.

"Este taller busca entregar herramientas de autocuidado a las cuidadoras, pero también rescatar conocimientos propios del territorio. En Alto Biobío, más del 85% de la población es pehuenche, por lo que es esencial trabajar con pertinencia cultural y reconocer la sabiduría que nuestras comunidades han preservado por siglos", explicó Teresa Baeza Lagos, socióloga, encargada programa red local de apoyos y cuidados de la municipalidad de Alto Biobío.

La base de las cremas fue elaborada con cera de abeja y aceites vegetales, ingredientes que también reflejan las prácticas productivas del sector, donde la apicultura es una actividad tradicional.

Estas preparaciones, además de ser naturales, tienen propiedades analgésicas y relajantes, y podrán ser utilizadas para masajes, dolores musculares y afecciones reumáticas.

CUIDADO CON PERTINENCIA CULTURAL

La comuna de Alto Biobío es reconocida por su riqueza natural. Allí, el cuidado de la salud ha estado históricamente ligado a los saberes ancestrales.

Plantas como la menta, el paico, la manzanilla o el boldo no solo son parte de los patios y huertas, sino también de la memoria colectiva transmitida por madres, abuelas y bisabuelas.

Para las 31 cuidadoras que integran el Programa Red Local de Apoyos y Cuidados en la comuna, este ciclo de talleres ha sido una oportunidad para compartir, aprender y darse un espacio para sí mismas.

"Estos encuentros no solo entregan conocimientos prácticos, también son espacios de contención emocional, donde las mujeres pueden salir de sus rutinas, sentirse acompañadas y revalorizar sus propios saberes", señaló Baeza.

El entusiasmo fue evidente durante la jornada. Las participantes intercambiaron consejos, relataron historias familiares y coincidieron en la necesidad de rescatar la relación respetuosa con la naturaleza.

Para muchas, el uso de plantas medicinales es más que una costumbre, es una forma de vida y una herencia cultural que hoy toma fuerza frente al interés creciente por alternativas naturales de bienestar.

CONSTRUYENDO COMUNIDAD Y BIENESTAR

La Red Local de Apoyos y Cuidados, impulsada a nivel nacional, busca apoyar a personas con dependencia funcional y a quienes las cuidan, entregando orientación y acompañamiento en sus labores.

En Alto Biobío, el enfoque intercultural ha permitido que las actividades tengan un fuerte arraigo territorial, reconociendo que en las comunidades pehuenches la medicina natural forma parte del día a día.

El taller de cremas medicinales es solo uno de los encuentros de este ciclo formativo, que también ha incluido capacitaciones en primeros auxilios domiciliarios, manualidades, técnicas de relajación y autocuidado.

Cada sesión ha buscado reforzar el bienestar integral de las cuidadoras, quienes suelen estar más enfocadas en los demás que en su propia salud.

En Alto Biobío, donde el territorio y la cultura pehuenche se entrelazan, estos talleres representan un acto de valoración del conocimiento heredado. Un recordatorio de que el bienestar colectivo también pasa por honrar lo que la tierra nos entrega.




matomo