Identidad

Cepa País: la variedad ancestral con la que se busca potenciar el enoturismo del Valle del Biobío

Durante el Encuentro de Enoturismo Emergente en Negrete, representantes del sector público y privado resaltaron la importancia de esta uva, traída por los jesuitas en el siglo XVI, para fortalecer la identidad vitivinícola y diversificar la oferta turística en la región.

En el Encuentro de Enoturismo Emergente, productores y autoridades coincidieron en destacar esta cepa patrimonial como el eje fundamental para impulsar el desarrollo turístico y económico sostenible de la región.
La cepa País, una variedad con siglos de historia en la región, se mantiene viva en viñedos patrimoniales del Valle del Biobío. Su presencia representa no solo una tradición vitivinícola, sino también un vínculo cultural. / FUENTE: Fredy Muñoz | La Tribuna

El "Encuentro Enoturismo Emergente de la Región del Biobío", realizado el pasado viernes en Negrete, se convirtió en el escenario ideal para que productores, operadores turísticos y autoridades encontraran puntos de coincidencia en torno a la intención de posicionar la cepa País como el elemento diferenciador del Valle del Biobío.

La estrategia busca articular paisaje, historia y producción en una oferta que trasciende la degustación tradicional.

Para los empresarios del rubro, el enoturismo constituye una forma de diversificar ingresos, fijar población en el territorio y poner en valor el patrimonio vitivinícola. Esa estrategia no ha sido improvisada: programas regionales, apoyo de instituciones y trabajo asociativo entre productores y operadores han permitido consolidar rutas y productos.

La apuesta incluye también la recuperación de variedades históricas que dan identidad al valle y constituyen un argumento sólido para visitantes que buscan autenticidad.

¿QUÉ ES LA CEPA PAÍS?

La cepa País llegó a Chile con los colonizadores españoles en el siglo XVI y fue, durante siglos, la uva predominante en amplias zonas del país. Su introducción estuvo vinculada a las misiones religiosas: los jesuitas la utilizaron para la elaboración de vino de misa y su cultivo se consolidó en el centro-sur.

Con la llegada de variedades francesas en el siglo XIX perdió protagonismo, pero en las últimas décadas ha experimentado una recuperación, impulsada por viñateros y enólogos que ven en ella un patrimonio vitivinícola único.

Arturo Escobar, propietario de Viña Quinta Rosa en Yumbel, recordó su origen: "En España se llamaba Listán Prieto y acá se conoció como Misiones, porque fue traída para evangelizar Chile en la época de la Colonia. Esta cepa ha estado siempre presente en la zona del Biobío".

Escobar subrayó que su rescate no responde solo a una mirada nostálgica: "En la década del 90 esta cepa prácticamente desapareció. Hoy estamos viviendo la revancha de la cepa País".

CARACTERÍSTICAS Y POTENCIAL ENOLÓGICO

Productores del Valle del Biobío describen a la cepa País como una variedad rústica, resistente y especialmente adecuada para las condiciones del centro-sur chileno. Su capacidad para crecer sin riego la hace atractiva frente a la escasez hídrica.

"Es una cepa muy resiliente y rústica. Con el cambio climático ha tomado relevancia, porque no necesita riego. Produce vinos ligeros, con menor graduación alcohólica, ideales para acompañar comidas", detalló Escobar.

Arturo Escobar.

Desde el sector privado, Vilma Luna, cofundadora de la tour operadora Chile Extremo, complementa esa definición:

"La cepa País que tenemos en nuestra región es patrimonial. No requiere condiciones climáticas especiales para sobrevivir y se adapta a diferentes suelos y climas. Aquí en el Biobío la cuidamos y la valoramos mucho".

Vilma Luna.

Su perfil —vinos de color más claro, cuerpo liviano y gran versatilidad gastronómica— la convierte en una carta fuerte para el enoturismo diurno y las experiencias culinarias que buscan resaltar sabores locales.

Además,  el encargado de Turismo de la Municipalidad de NacimientoJavier Arredondo, destacó las cualidades de una cepa País que es protagonista en distintos eventos de enoturismo en la comuna.

"La cepa País es muy importante no solo para la gente del Biobío, sino que a nivel nacional. Es prácticamente un patrimonio local que tenemos acá en el Biobío y que tenemos que darlo a conocer, tenemos que promoverlo y tenemos que, entre comillas, sacarle el jugo a este producto tan maravilloso que nosotros tenemos acá".

Javier Arredondo.

VALOR PATRIMONIAL Y FORMAS DE CULTIVO

La cepa País en el Biobío no solo produce vino, sino también memoria. Sus parras centenarias en "poda de cabeza", los troncos gruesos y la cosecha manual configuran un paisaje cultural que el visitante puede recorrer.

"Son cepas que no existen en otras zonas del país. Tienen más de 300 años, con poda de cabeza y cosecha manual, no mecanizada como en la zona central", explica Escobar.

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Este carácter artesanal se convierte en argumento turístico: el visitante no solo prueba el vino, sino que presencia técnicas agrícolas que se han transmitido de generación en generación.




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