Emprendedora pehuenche fusiona las propiedades de las avellanas chilenas y crea su línea de productos

María Lucrecia Levi Sandoval es una mujer pehuenche residente de la comuna de Ralco. Su emprendimiento se basa en la elaboración de aceite de las avellanas chilenas. Inicialmente, realizaba la producción para consumo personal, pero argumenta que le surge la idea de comenzar a emprender en el negocio con su novedoso producto. Esta pyme, se ha vuelto un sustento importante para su familia, ya que colabora económicamente con la educación de sus hijas.

"Aparte de comestible, también se utiliza para cosméticos. Además de aceite, también produzco harina de avellana. Otro de los proyectos que tengo en mente es trabajar con el piñón, la harina de este, la chuchoca y así otros productos de la zona" comenta Levi. Tal como relataba María Lucrecia, el uso del aceite no es sólo para consumo, este también tiene propiedades que lo hacen un excelente aceite medicinal. Cuenta con la etiqueta nutricional para ser comercializado en pequeñas cantidades y tiene pendiente emitir la resolución sanitaria para poder venderlo de manera más masiva y abrir sus redes sociales de manera oficial. "De momento estoy empezando, espero de aquí a fin de año poder tener esto listo".

Cuenta que su inspiración nace desde otros lugares de Chile donde también realizaban trabajos artesanales con aceite de avellanas. "Por acá en la zona, yo sabía que sólo trabajaban con harina de este fruto y que en una comunidad tenían una planta, aunque desconozco si sigue funcionando. Desde ahí nace mi idea de darle otro realce a la avellana, es un producto muy costoso, pero es bastante el aceite que puede recogerse de ella".

EL PROCESO DE REALIZACIÓN

Para poder obtener este oro natural, es necesario desarrollar un proceso meticuloso para asegura su calidad. "A parte del secado de la avellana, hay que realizar limpieza, después eso se pasa a una máquina que extrae el aceite. Tengo dos tipos, estas me las pude conseguir, aunque me costó bastante".

La presentación de su producto, María Lucrecia la realiza a través de botellas de vidrio en dos formatos: 50 y 100 ml. Sus productos pueden ser encontrados en la Oficina de Turismo de Ralco a 300 metros de la plaza. Esta locación será momentánea, hasta que consiga la resolución sanitaria, tal como anticipaba. "Ya teniendo todo eso listo, venderé aquí en mi hogar. Tendré mi sala de procesos". El costo de su producto va desde los 5.000 pesos, pero cuenta que desde Indap, le sugirieron aumentar el valor a 10.000 en el formato de 50ml y 20.000 para los 100, para que su ganancia sea acorde a los costos de producción y por supuesto, la característica única del producto: "La avellana este año está escasa y cara".

"A veces uno no le toma el valor a lo que tenemos acá. Esto proviene desde la antigüedad, hay productos que fueron de supervivencia, la gente trabajaba con lo que le daba la tierra. Ahora no se le está dando ese valor, prefieren lo que viene de afuera, de la cultura occidental, teniendo el producto directamente de nuestra zona, natural y sin químicos. Hay mucho producto que deseo trabajar, para vender, por ejemplo, infusiones tal y como la venden en el supermercado, pero de manera natural" cuenta Levi, y que fue de las principales razones que la motivó a comenzar a trabajar un fruto de la zona. "Buscar trabajo está difícil, tengo mis hijas estudiando. Como está la situación ahora, esto nos ayuda bastante para valorar lo que tenemos".

Para adquirir el producto, en caso de no ser de Ralco, puede contactar con María Lucrecia a través de su número telefónico +56934887076.